Stefanie, hija de Stu Ungar, responde preguntas sobre su padre

El pasado 22 de noviembre se cumplió el 22 aniversario de la muerte de la leyenda de poker Stu Ungar, de quien hicimos un repaso a su trayectoria en Poker-Red hace unos meses.

Con motivo del aniversario, la hija del jugador Stefanie Ungar-Campbell, decidió responder en formato AMA (ask me anything, pregunta cualquier cosa en castellano) a sus usuarios de redes sociales. Los compañeros de Pokernews han recopilado algunas de las preguntas más relevantes que recibió Stefanie. 

Stefanie era el pilar que sujetaba la vida de Stu Ungar. Cuando la leyenda ganó el Main Event de las WSOP 1997, enseño una foto de su hija, cuando tenía 14 años y dijó a cámara "I love you honey, and I´ll be seeing you soon" (Te quiero cariño, te vere pronto) 

Actualmente, Stefanie tiene 38 años y vive en Las Vegas con su marido y sus dos hijos. Sin más preámbulos, os dejamos las preguntas traducidas más interesantes. 

P: ¿Te enseñó tu padre a jugar al poker? 

R: No, nunca quiso enseñarme a jugar al poker.

P: ¿Quién era el oponente al qué más respetaba tu padre en las mesas?

R: Chip Reese

P: ¿Qué edad tenía tu padre cuando falleció y cuál fue el motivo?

R: Tenía 45 años y falleció por insuficiencia cardíaca.

P: ¿Estás casada?

R: Si, felizmente casada con mi mejor amigo (casada con Brian Campbell desde 2010)

P: Comparando habilidad/estilo, ¿quién es el jugador qué es comparable a tu padre?

R: Como no juego al poker, compartiré la opinión de Mike Sexton y diré Phil Ivey.

P: ¿Juegas al poker? 

R: No, no juego... pero me gusta el Blackjack, si tengo ganas de jugar algo. Mucha gente se sorprende de que no juegue. No tengo el gen matemático que mi padre tenía. ¡Pero definitivamente, amo Las Vegas! ¡He nacido y me he criado aquí!

P: Me pregunto si tu padre escribió alguna vez sus secretos e ideas sobre estrategia en el poker. O sobre cualquier información que alguien pueda utilizar para mejorar su juego. 

R: No, nunca. Solía decir que sabía lo que sabía, pero que no sabía cómo. Su mente era brillante. Verdaderamente un regalo.

P: ¿Cuáles son las tres palabras para describir a tu padre?

R: Esta es una pregunta difícil de responder. Yo diría carismático, aguo, ingenioso, perspicaz y legal (lo siento, no pude elegir solo tres)

P: Además de los juegos de azar, además del póquer, además de los “hábitos”, ¿en qué tenía pasión o interés tu padre, algo que la comunidad del póquer encontraría extraño o interesante?

R: A mi padre le encantaba aprender historia y las películas en blanco y negro. Dijo que si no hubiese jugado al póquer, habría sido abogado. No cocinó nada. De hecho, no hacía ninguna de la mayoría de tareas rutinarias del día a día. De hecho, solía pagarle 20$ al hijo adolescente de nuestros amigos para que sacase la basura. Todavía me hace reír hasta el día de hoy.

P: Tu padre luchó contra las drogas como muchos otros. ¿Tu has tenido algún problema de dependencia a las drogas/alcohol?

R: No, nunca he tenido adicciones. Algunos de mis amigos cercanos sí y yo les he ayudado alguna vez a que ingresen en programas de rehabilitación. Tuve una adolescencia loca, pero no he hecho nada tan malo.

P: ¿Cuál era la comida favorita de tu padre?

R: ¡Le encantaba la comida italiana y china!

P: Cuando eras niña, ¿tuviste la sensación de que tu padre era una especie de celebridad?

R: Sí que la tuve. Además ahora que el poker es aun más grande y popular, no puedo imaginar como se hubiese sentido mi padre a día de hoy.

P: ¿Has pensado escribir un libro o participar en la adaptación de una obra de teatro para hacer una película sobre tu padre?

R: Sí. Me encantaría producir una película sobre él. Aunque necesito las conexiones adecuadas.

P: ¿Has visto la película High Roller (basada en tu padre). Sientes que se hizo con precisión y que es una representación justa?

R: No sentí que fuera exacta. Por eso decidimos no ser parte del proyecto cuando nos enseñaron el guión.

P:¿Cuál es tu recuerdo más preciado con tu padre?

R: ¡Oh, tantos! El tiempo que pasábamos simplemente tumbados en el sofá juntos y hablando. Además, ese día me llevó de compras al centro comercial y me vio probarme todos los atuendos ... ¡nos reímos mucho!. Fue un gran día que siempre me apetece recordar.