El PSOE vuelve a insistir en su visión sobre la fiscalidad del juego
El PSOE ha vuelto a demostrar en el Congreso que su agenda para el juego en España es incluso más ciega e indefendible que la del actual gobierno, que ya es mucho decir.
Como cada año, se ha procedido en el Congreso a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. El grupo socialista ha aprovechado el periodo de enmiendas a esta ley para introducir una en la que vuelve a solicitar la retirada de la compensación de las pérdidas en el juego.
La justificación a esta solicitud, según el texto que pudimos leer por primera vez en el blog de Laura Guillot, es "suprimir la deducibilidad de las pérdidas en el juego, pues tal previsión ni se justifica ni es aceptable desde el principio de justicia del sistema tributario, por lo que debe ser derogada".
Esta explicación es un avance sobre el argumentario presentado en la proposición no de ley que con la misma pretensión fue presentada en noviembre del año pasado ante la Mesa del Congreso.
Por aquel entonces, se decía que compensar las pérdidas del juego suponía una diferencia de trato con otros conceptos como los gastos de enfermedad o de formación del trabajador, no deducibles de la renta, además de incentivar una conducta adictiva con efectos sociales indeseados.
Demostrado ya por diversos informes que legalizar el juego lejos de facilitar la adicción al mismo ayuda a combatirla, y siendo meridianamente claro que las pérdidas en el juego nunca permiten deducir de la renta del trabajo sino compensar supuestas ganancias patrimoniales producidas por el propio juego, el nuevo caballo de batalla de los socialistas es el principio de justicia del sistema tributario.
El mencionado principio de justicia tributario fija como objetivo normativo la construcción de un sistema inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio, que como ya defendimos en estas mismas páginas, es precisamente el que sustenta la compensación de pérdidas que el grupo socialista quiere derogar.
Esta enmienda, enterrada con el número 91 entre otras 190, nos parece poco más que una pose de cara a la galería, una demostración de que su agenda política sigue demasiado en consonancia con la de ciertos agentes externos cuyo interés por la salud del juego online es nulo o incluso contrario a la misma, y que ya alumbró iniciativas como la proposición no de ley para prohibir los bonos y las políticas de fidelización en el juego, presentada al amparo de una Comisión sobre Estudio del Problema de las Drogas el pasado enero.
Por obvias razones políticas, la enmienda no tiene visos de ser aprobada, pero muestra bien a las claras que los enemigos del juego online siguen contando con poderosos aliados y que no basta con reclamar liquidez internacional y una fiscalidad ajustada, claves para intentar superar las dificultades por las que pasa el sector, sino que hay que mantener un ojo bien abierto sobre otros frentes que se pueden abrir en un futuro no muy lejano.
Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.
¿Quieres participar?
Es fácil y no te costará nada
¡únete a Poker-Red!