Reflexiones sobre el surf y el Poker. Carta a Adela Ucar y a su programa 21 días por @Palmone1
Reflexiones sobre el Surf y el Poker
Carta abierta a Adela Ucar y a su programa 21 días. Por @Palmone1
Hola Adela, sé que no es la primera carta ni mensaje que recibes estos días, y supongo que tampoco será la última. Probablemente te importe poco lo que escribimos y el mensaje que queremos hacerte llegar, pero créeme, esta estéril tarea de trasladarte lo que pensamos nos hace sentir mejor a todos los que nos acostamos la otra noche con esa sensación, mezcla de decepción e impotencia, que nos invadía todo el cuerpo. Es cierto que ahora, días después, son todo risas, sobre todo por el buen rato que nos dimos en ese invento maravilloso llamado twitter, pero muchos como yo, simples aficionados a este deporte que es el poker, aunque también los principales afectados, seguimos esperando una disculpa que no llega porque, al fin y al cabo, triunfaste con los picos de audiencia y la dirección de la cadena te lo sabrá agradecer, estoy seguro.
Fíjate que esa noche me acerqué a la televisión con grandes dosis de ilusión. Recuerdo que la primera vez que vi tu programa, hace algo menos de un año, casi aplaudo emocionado. Se llamaba “21 días buscando la ola”, que magnífico plan. Harto del tratamiento que las televisiones daban a uno de mis deportes, el surf, esperaba con impaciencia algo distinto. Distinto a la imagen de chicos de California y verano que daban algunos y a marihuana y chicos gamberros que daban otros. Distinto a unas imágenes de medio minuto con las olas enormes de Pipeline en cualquier informativo, quería algo distinto. Y lo tuve. Maravilloso Puerto Escondido, enorme el espíritu de superación y lo que dejaba entrever todos los que aparecían por allí: el surf es un deporte, pero también una filosofía de vida. Virginia, esa brasileña, ya madura, que lo había dejado todo por el surf, arrastrando a su familia, lo explicaba muy bien y demostraba que un deporte podía cambiar toda tu vida y la de los tuyos. Tú, Adela, lo asimilabas perfectamente y, practicando día a día, aprendías lo mejor del surf y crecías hasta superar las olas más grandes, los mayores retos, como la vida misma.
¿Sabes Adela? El surf y el poker tienen mucho en común, son 2 deportes maravillosos, cada uno con sus alegrías y decepciones, días buenos de olas enormes y limpias sin una gota de viento que la ensucien y días grises de mar plato y viento cerrado, noches cortas de risas y alegría con una escalera o un full en la mano y días para olvidar de bad beats incontables. Es cierto, se parecen mucho, la paciencia es un arma y una estrategia fundamental a la hora de encarar con éxito la práctica de cualquiera de ellos, porque no puedes pillar cualquier ola, tiene que ser la mejor, disfrutar el take off, hacer un botton turn perfecto y entonces destrozarla a base de cutbacks, apurarla hasta el máximo y dejar que el lip te cubra, y es que si te equivocas y coges la pequeña, la que no debías, acabaras en medio de la sopa de espuma perdida en el point break, viendo cómo te come la serie, ¿me entiendes, verdad Adela? Seguro que sí.
En el poker es igual, a veces pasan minutos, horas, hasta que llega ese pocket pair alto en preflop que se te resistía y que se completa en el flop con un set, para, posteriormente, darte las nuts en el turn. ¿A que esto último ya no lo entiendes Adela? ¿A que ya no sabes de qué te estoy hablando?
Eso es porque no tienes ni idea de lo maravilloso que puede ser este deporte llamado poker ni te molestaste en acercarte al mismo antes de hacer tu reportaje ni quisiste saber, aunque pudiste, porque @patinho77 seguro que hubiese sido un excelente maestro y @lauraRekoppokeR seguro que lo fue, pero claro, ya lo dijeron tus mayores: “no dejes que la realidad te estropeé un buen titular”, en este caso una buena audiencia.
Efectivamente, el surf y el poker son dos deportes maravillosos con muchos puntos en común. Los dos son especialmente individualistas, no son deportes de equipo, la pobre de Paquita te lo explicó muy bien, sí, la perla negra, esa persona que ahora tiene un problema más en su vida, y no es precisamente la ludopatía, sino el haberte conocido y lo que le ha acarreado, nada bueno seguro. Pues Paquita te decía, cuando entrabais en el casino en esa noche aciaga para ella, que una vez en la mesa, ya no seríais amigas (tú en realidad nunca lo fuiste, ni dentro ni fuera de las mesas) en la mesa serías una rival más a batir y ya no te conocería. Efectivamente, en el surf es igual, estás tú, tu tabla que es la mejor compañera, las olas y el mar, nada más, el resto son tiburones a los que tienes que pasar por encima si quieres coger el mayor número de olas, que es de lo que se trata, eso sí, con unas reglas a cumplir, una especie de decálogo no escrito basado sobre todo en el respeto, igual que en el poker. Tú conocías eso cuando te metiste en Puerto Escondido a surfear, y todos te respetaron, sin embargo lo ignoraste por completo cuando pretendiste dártela de profesional en aquel torneo de poker, por eso ahora no te respetan y tienes que entenderlo.
Que grandes deportes, el surf y el poker y que parecidos, sin embargo te sentías más cómoda comparándolo con la ruleta, con las tragaperras o con el bingo, total, todo es jugar. El surf, como el poker, también produce adicción ¿sabes?, seguro que sí, ese gusanillo cuando te levantas por la mañana y escuchas el rumor y el rugido de las olas, ¿lo conoces verdad?, lo sentiste en Puerto Escondido, lo vi. Está apenas amaneciendo pero hay algo en tu cuerpo que te impide acostarte de nuevo, corres por tu tabla, casi sin desayunar y te vas corriendo al agua, ¡Que sensación!, ¿bonita verdad? Algunos lo llaman afición, otros lo llaman adicción, pero es una adicción sana, distinta a la que te pueden dar las drogas, diferente a la que te pueden dar las maquinas tragaperras o el bingo, a pesar de que algunos quieran compararlas, a pesar de que algunos programas quieran meter todo en el mismo saco con el objetivo de buscar una única conclusión que no se basa en ninguna clínica ni en el sermón de ningún doctor, es la esclavitud de las audiencias, que acaba con los buenos propósitos y con las buenas periodistas, no lo olvides.
Y es que el poker es un deporte, sí, Adela, seguro que no lo sabías, ya sí. Tarde para evitar la metedura de pata, temprano para reconocerlo y pedir perdón. Bastaba una búsqueda en internet, utilizar esa herramienta tan misteriosa llamada Google y teclear “poker deporte” así, sin más, y, curiosamente, el primer enlace que sale te da la respuesta: “El poker será considerado un deporte por el Comité Olímpico Internacional”, es una noticia de nuestros amigos de Poker Red que dice que “la Asociación Internacional de Juegos Mentales (IMSA) dará la bienvenida a la Federación Internacional de Poker, poniendo al poker en la misma categoría que el ajedrez, las damas, el bridge y el GO” (no aparece el bingo ni la ruleta por ningún lado). Fíjate, Adela, que cosas aparecen cuando alguien se informa antes de realizar un reportaje. Adela, no te tomes esta carta con acritud, sé que tu profesión es muy complicada y que los tiburones abundan quizás más en las redacciones de las televisiones que en las mesas de poker, que un bocado a la audiencia significa unos meses más de estabilidad y algunas palmaditas en la espalda, pero me conformo con que hayas comprendido el daño que hiciste a este deporte llamado poker y todos los que lo practicamos, aunque sea ocasionalmente y alejado de los grandes torneos como yo, y que a veces, sólo a veces, la dignidad y la buena labor periodística no tiene por qué estar reñida con la audiencia, sólo eso.
Muchas olas y buenas cartas. @Palmone1