Cómo iniciarse en el póquer online. Capítulo II
¿Qué requisitos son necesarios?
Ya sé que hasta ahora he dado pocos datos realmente útiles y que puede parecer un escrito poco práctico; pues realmente lo es. Quien dijo que la filosofía es algo elemental en la vida de los hombres es que vivía del cuento. La prueba irrefutable de su inutilidad es que con ella no se folla; mientras los futbolistas, cantantes, actores, gente con pasta, personajillos televisivos y demás grupúsculos de indeseables se pone hasta el culo, la intelectualidad pasa más hambre que el Lazarillo en Namibia (un saludo a Frankie si está leyendo esto, lástima de ser siempre segundo). A lo que iba, si estos capítulos os parecen demasiado inextricables, queréis ganar dinero rápido y leer algo serio y académico, ojead los manuales de Carreño (no Manu el del Plus) y no perdáis el tiempo buscando inextricable en el diccionario.
Ahora sí, después de la introducción que tiene tanto que ver con el título anterior como Decogarden con la decoración y el buen gusto (por Diós, cómo voy a poner una botella de Fontvella de lámpara, hija de puta), voy a indicar una serie de elementos imprescindibles para jugar al póquer en red.
En primer lugar, tener una conexión aceptable a Internet y un ordenador decente. Hay jugadores muy buenos que juegan con módem encontrado en un punto limpio y con un tambor de Dixán con agujeros y piezas informáticas dentro. Esto no es aceptable de ninguna manera y hay que comprarse un equipo (si no se tiene, y no vale el Spectrum o el Commodore 64) con la perspectiva de ganar dinero en un futuro. Lo del dinero lo digo por si hay que convencer a la pareja, ya que el objetivo si se fracasa con esto del póquer es bajar porno. De hecho, muchos varones españoles están descubriendo con esto del póquer que Internet sirve para algo más que bajarse pelis guarras y leer el Marca. Eso sí, muy importante, deberéis tener cuidado de abrazar vuestra cinefilia al mismo tiempo que la práctica del juego; para jugar en red es necesario el ratón para señalar los movimientos en cada mesa de juego (para que digáis luego que no enseño cosas útiles), y para quererse mucho uno mismo se precisa al menos de la otra mano (porque si nos gayolaran o gayolasen no estaríamos delante de la pantalla como unos pringados). Los lectores más espabilados habrán imaginado la situación en la que uno se encuentra, más ocupado que el metro de Tokio en hora punta; en esos instantes de estrés relajante es muy fácil que nos suba la inspiración en el momento más inoportuno (cuando nos reclaman en varias mesas) y será necesaria toda nuestra pericia para no inutilizar el teclado durante un tiempo (anda que no es difícil limpiar entre las teclas). Niños, tened en cuenta que esta escena ha sido rodada por especialistas y no deberíais hacerlo en casa.
Pido disculpas si el texto resulta un tanto machista y aparentemente dirigido hacia el público masculino. Que quede claro que yo no soy de los que van diciendo por ahí que las mujeres tienen que estar en la cocina y sirviendo al hombre, aunque lo piense. Calculo que el 90% o más de los jugadores son varones (la verdad es que para tener pareja hay que ser un auténtico gambler, porque si no, no lo entiendo). En fin, voy a seguir con lo imprescindible, a ver si acabo pronto que tengo que hacer la comida, barrer, fregar y limpiar el polvo antes de que se levante la novia y me grite y/o pegue por no haberlo hecho 😒.
Si no tenéis contratada una línea de Internet, deberéis pasar a elegir operador con el que trabajar. Hay múltiples ofertas disponibles que van cambiando frecuentemente en el tiempo, pero se debe tener precaución con quien se elige darse de alta. Podría hacer un análisis exhaustivo de las compañías, pero básicamente son todos unos ladrones, así que lo mejor es preguntar cómo es el servicio a conocidos de los alrededores. Eso sí, tened presente que una vez firmado, darse de baja es más difícil que ganar las WSOP, con lo que si tenéis problemas agarraos los machos.
El ordenador no precisa ser demasiado potente ni tener una buena tarjeta gráfica que encarezca el precio (a no ser que lo queráis para jugar), basta con ser un equipo medio con suficiente memoria RAM (con calcio si puede ser -éste es mío-) y un buen disco duro para todo el porno que vamos a bajar. Con 800 jauros tendremos un equipo más que suficiente si no disponíamos de uno ya (que para empezar a probar seguro que sobra).
El siguiente requisito es la paciencia, muy necesaria en este juego. Sobre todo al principio, cuando juguemos por poco dinero y en una mesa o dos a la vez, la mayor parte del tiempo la vamos a pasar mirando la pantalla como los viejos a las obras, es decir, sin hacer nada y sabiendo qué es lo que tendrían que haber hecho los otros sin, en realidad, tener ni puta idea. Cuesta mucho empezar desde cero o con un capital reducido que es lo que recomiendo para empezar; si se gana dinero, en la mayoría de casos va a ser muy poco a poco, es completamente desesperante, dan ganas de coger la Vespino y repartir pizzas que seguro que ganamos más. Hay que superar esta fase inicial sabiendo que vendrán tiempos mejores (o no), nos enseñará a ser más pacientes y a valorar lo que cuestan las cosas (joder, parezco mi padre). Si sois como el del chiste: Diós, dame paciencia... PERO YA, hay una serie de técnicas que nos pueden ayudar a mejorar en este aspecto. Es preciso indicar que son potencialmente peligrosas para la salud mental, pero ya sabéis, la fama cuesta. Una de ellas consiste en ver la trilogía extendida del Señor de los Anillos by Peter Jackson (sin gustarnos las frikadas) del tirón solo para esperar a ver cómo tira el puto anillo al volcán. Otra, ver varias películas de la primera época del destape español esperando ver una tetilla. Otra, mirar durante horas por la ventana a ver si la del quinto se olvida cerrar las cortinas del cuarto y enseña un poco las bragas. Otra, sentarse en el sofá durante mucho tiempo sin hacer nada de nada. Cabrones, ésta última no vale, que es lo que habéis hecho gran parte de vuestra vida. Bueno, en este apartado la originalidad en las técnicas es bienvenida, todo lo que sea para ser más paciente. A ver si acabo esta mierda de una vez que me aburro 😉.
Otro punto menos importante para los inicios que el resto, es que nos guste el juego en sí. En las primeras fases, se confunde la alegría inicial de la actividad nueva con la pasión. Es difícil saber si nos va a subyugar de por vida o nos aburriremos en cuatro días. Más o menos lo que me pasó a mí con Nicole K. (no pongo el nombre completo para que no me acosen los de los programas del corazón), yo pensaba que era para siempre, pero a los dos meses pasé a meneármela con Mónica B. Para el largo plazo (no hace falta que os quedéis con este concepto pues lo vais a oír muchas veces en el futuro, fijaos si es largo el largo plazo que rara vez llega) sí que será fundamental que os atrape la belleza del juego o que ganéis mucha pasta, pero para empezar con un poco que os guste basta (para que os hagáis una idea, en nuestra clasificación de las mujeres de mayor número de integrantes femeninos a menor –al revés que ellas, casualmente-: las que nos follaríamos, con las que nos enrollaríamos y con las que saldríamos, sería suficiente con querer acostarnos con el póquer para darle un tiento).
Hasta aquí este segundo capítulo en el que, para variar, no hemos aprendido nada, salvo que hay que tener paciencia, un ordenador, una conexión a Internet y no cascársela mientras se juega a no ser que se esté verdaderamente preparado. El próximo día iniciaremos ya sí los primeros pasos (qué montón de preliminares, ¿estaré sacando mi lado femenino?).