Después de dos manos en las que hubo "all-in" y call, cayendo siempre las comunitarias a favor del restado o partiendo el bote entre los implicados, a la tercera fue la vencida.
Turyansky abría un bote desde posiciones medias a 850.000 puntos. McKeehen, que estaba moviendo la mesa a su antojo abusando de su liderato, lanzaba un 3bet desde su ciega grande a 2.050.000 puntos a lo que el alemán contestaba mandando al centro de la mesa todo su resto (que no era demasiado). El insta-call del americano levantaba a la concurrencia de sus asientos.
Se venía el típico flip