Nos vamos al descanso de la cena

Nos vamos al primer y único descanso largo del día, 45 minutos que los jugadores podrán usar como les plazca porque es probable que la mayoría no tengan demasiada hambre. 

En los últimos minutos el número de entradas se ha elevado hasta las 78, pero las pantallas marcan ahora mismo 72 supervivientes, lo que significa que seis jugadores se han quedado por el camino en los cuatro primeros niveles. El último en salir rebotado fue Vicente Gargallo, que se había quedado muy corto en un cooler anterior y que no pudo evitar su eliminación cuando se restaba por sus último 7.000 puntos. 

En la mano en cuestión, un jugador abría en posiciones iniciales y Vicente Gargallo se restaba dos posiciones a su izquierda. La mano llegaba entonces a Jordi Ribas en la ciega grande y este decidía hacer solo call. El raiser inicial también pagaba y los tres iban a ver las comunitarias, aunque solo los dos últimos tenían puntos para seguir apostando. 

El board vino cargado de cartas bajas y una apuesta de Ribas fue suficiente para eliminar de la ecuación al jugador que había abierto la mano. Con Gargallo y Ribas solos ante el peligro, las cartas se dieron la vuelta. 

Vicente Gargallo presentó 99, pero eso no iba a ser suficiente para superar a los ases de Jordi Ribas, que recogía un buen bote y ahora cuenta con uno de los mejores stacks. 

El último nivel sirvió también para que viésemos entrar en juego a jugadores como Jaime Rueda Sampedro, Jordi Marcos, Pedro Cairat, Albert Grané, Josep Valls, Tulio Bertoli o Joao Pestana, que no tuvieron demasiado tiempo para hacer crecer sus stacks. 

En poco más de 30 minutos volvemos a la acción para seguir disfrutando de una jornada que en términos de diversión está superando ampliamente a las tres anteriores.