Ramón Colillas vuelve al lugar donde empezó todo

No es que lo digamos nosotros, es que el Casino Peralada tiene magia. 

Su entorno, el castillo donde se ubica, la naturaleza, todo lo que compone el enclave único donde se encuentra hace de Casino Peralada un lugar mágico.

Uno de los que vivió el sueño de todo jugador de poker es Ramón Colillas. El catalán logró el mayor cobro en vivo en la historia del poker español en el PSPC de Bahamas, pero todo empezó unos meses antes en la Gran Final del CEP Peralada.

Ramón era un habitual del circuito y tras una temporada donde llegó líder a la Gran Final de Peralada, aquí remató la faena.

Tras aguantar estoicamente el empuje de sus perseguidores, pudo certificar su victoria en un ranking que ese año entregaba un Platinum Pass valorado en 31.000 $. Del total del valor, 25.000 $ eran para la entrada del PSPC y 6.000 $ para gastos de vuelo y alojamiento.

Exactamente ahí, y todavía sin saberlo, cambiaría para siempre la historia y la vida de Ramón.

Llegó a Bahamas gracias a su buen hacer durante toda la temporada. Con la ilusión de un niño pequeño, cumplía un sueño. Únicamente estar allí para jugar uno de los torneos más importantes del mundo ya lo era, pero lo que ocurrió en Paradise Island en enero del 2018 superó todas las expectativas.

No solo cumplió ese sueño del que hablamos de estar allí, sino que tras conseguir deep runear el PSPC y meterse en la mesa final, terminó siendo el campeón tras remontar y derrotar en el heads up al francés Julien Martini.

Con 5.100.000 $ de premio, Ramón pasaba a la historia como el campeón del PSPC, pero también lo hacía por haber conseguido el mayor premio de la historia de cualquier jugador nacido dentro de nuestras fronteras.

Lo que empezó siendo un Campeón de España de poker más, como tantos otros, terminó con Ramón como campeón histórico, con su fichaje por Pokerstars y le elevó a un nuevo nivel como jugador de poker, y es que ahora se mide a los mejores jugadores del mundo en los tapetes en vivo y online.

Sí, hay veces que los sueños se cumplen, y sino, que le pregunten a Ramón.