¿Cuáles son los valores perfectos en las estadísticas? por spainfull

Anónimo | 05/02/09

Es rara la semana en la que no aparece un hilo en los foros preguntando qué números son los ideales para un determinado nivel y modalidad. Antes de continuar, aclarar que el artículo y los que siguen están escritos teniendo en mente la mesas de NL cash, aunque la mayoría de explicaciones se podrían aplicar perfectamente a cualquier modalidad.

En primer lugar abordaré de modo general la cuestión de los valores ideales, ya que se trata de un debate eterno en el que los jugadores no se suelen poner de acuerdo, y acabaré con unas matizaciones necesarias. Uno de los problemas que dan lugar a estas discrepancias es que muchos creen que su estilo es el mejor porque a ellos les funciona y, por un razonamiento inductivo, piensan que debería ser verdad para el resto porque sus datos así lo avalan. Aunque esta última razón tiene un peso considerable en la falta de respuestas definitivas, el verdadero problema es que es una pregunta imposible de responder correctamente.

Para empezar, porque los valores perfectos no existen. Esto es debido a que dependen de una cantidad enorme de factores que, evidentemente, no se pueden tener en cuenta en todo su conjunto. Según la configuración de cada mesa, es decir, de los tipos de jugadores que estén sentados en ella, de su estilo de juego en ese momento, de nuestra posición relativa sobre ellos, de la cantidad de fichas que tengan, de las cartas que nos estén repartiendo, de nuestras últimas acciones, del ritmo y flujo de la mesa, etc., nuestro juego va a tener que ser de una manera u otra: más agresivo o más pasivo, más o menos selectivo, faroleando más o menos; en definitiva, en lo único que hay que centrarse es en escoger una estrategia adecuada a la situación que se plantea en cada momento.

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Todos los factores nombrados anteriormente son diferentes según la sala en la que se juegue, el nivel en el que se esté, el horario de la misma en el que se den las sesiones, etc. Aunque normalmente, si se lleva una rutina de juego (misma sala, mismo horario, mismas mesas, mismos niveles, mismos rivales) las características en su totalidad serán similares y se podrá tener un estilo homogéneo con el que sería algo más sencillo calcular de manera aproximada un rango de valores ideales. Pero independientemente de esto, no hay que olvidar que el objetivo final no son unos números inmaculados, sino el mayor número de ganancias posible.

Es decir, no hay que obsesionarse con tener unas estadísticas ideales, sino jugar cada mano de forma óptima (al menos de la mejor manera que sepamos). Es una obviedad, pero a veces parece que se olvida que, cada una de las manos que se juegue conformará las estadísticas que después se verán reflejadas en los programas. Jugando de manera perfecta se obtendrán unas estadísticas perfectas, ni más ni menos. Lo que hay que evitar a toda costa es el camino inverso, o sea, jugar de determinada forma con el objetivo de tener unas estadísticas concretas. Lo importante no es conseguir ese número mágico que se ha leído en un foro que es el ideal, sino el motivo de por qué se debería tener ese valor y que se sepa reconocer el momento adecuado para usar la acción concreta que hará que las estadísticas se acerquen a ese valor.

Además, cada jugador tiene su estilo propio y normalmente solo se encuentra a gusto si se mueve en unos parámetros definidos. Es posible que ganara más si jugara de una determinada forma, pero también es posible que perdiera bastante dinero en la transición y que ésta fuera más larga de lo esperado. Por eso, es fundamental que el jugador entienda el motivo por el cual es mejor tener un valor distinto en una estadística y analizar minuciosamente las situaciones y movimientos a ejecutar para conseguirlo. Y es por eso, también, que los cambios hay que realizarlos poco a poco, de manera suave, sin brusquedades: añadiendo (o quitando) unas pocas manos con las que subir si no ha entrado nadie al bote, haciendo 3bet con un rango un poco más amplio a los jugadores más agresivos… En próximos capítulos detallaré con valores más concretos todos estos conceptos.

Ahora, antes de terminar, las matizaciones. Si bien es cierto que no se pueden determinar los valores ideales, sí que se pueden aproximar unos rangos más o menos limitados dentro de los que se debería ajustar nuestro juego. ¿Cómo saber cuáles son estos números? Una buena forma es tener una gran base de datos de jugadores con los que se comparten mesas habitualmente y analizar las estadísticas de los mayores ganadores y de los que se tengan clasificados como buenos jugadores. Seguramente, aunque no sean los ideales, los valores de estos jugadores son un buen marco de referencia para comparar. El problema es que el número de manos raramente es suficiente para determinar si son jugadores ganadores…

Aunque en próximas entradas analizaré en profundidad la cuestión de las ganancias para conocer el nivel del jugador, baste decir por el momento, que hará falta una cantidad enorme de manos de un jugador para conocer su ratio de ganancias real. Para las salas más conocidas, y especialmente a partir de NL100, existe la página PokerTableRatings en la que se puede encontrar con un grado de precisión aceptable el número de manos de un jugador y sus ganancias en esas manos. En esta página, se podrán encontrar los jugadores más ganadores en los niveles y sala en la que se juegue, y teniendo en cuenta que el resto de estadísticas convergen mucho más rápidamente que el ratio de ganancias (es decir, bastará con una muestra mucho más pequeña), se pueden obtener los rangos de valores que probablemente sean los mejores para un nivel y sala determinado.

Por otro lado, también se puede generalizar diciendo que, normalmente, los jugadores son más selectivos de lo que debieran y que los ganadores suelen tener valores más agresivos que la media. Es decir, lo normal es cambiar el juego para ser más agresivo y menos selectivo. Pero hay que tener mucho cuidado de no cambiar drásticamente, reflexionar sobre cada acción, probar con distintos rivales y situaciones, ver cómo reaccionan y, principalmente, fijarse en el juego de los buenos jugadores, qué movimientos hacen, cuándo les funcionan, contra quién y por qué.

Resumiendo, no hay números perfectos sino manos jugadas de manera perfecta. A pesar de esto, las estadísticas nos pueden revelar errores importantes e indicarnos que probablemente se podría ganar más dinero (o al menos jugar mejor) si éstas se salen del rango de datos de los mejores jugadores con los que se comparte mesas. Más sobre esto en futuras entregas.

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