"Yo y mis circunstancias" por Spainfull

Hola, supongo que muchos me conoceréis de haberme leído en algunos foros de póquer y, quizás, en mis blogs. Mi apodo habitual es el de spainfull, y he tenido el honor y la responsabilidad de ser uno de los elegidos para escribir semanalmente un artículo en Póquer Red, una de las páginas más visitadas en español relacionadas con el póquer.

Creo que es interesante poner datos sobre mi persona y mi “currículum vítae” como  jugador de póquer, para que el lector sepa qué factores pueden influenciar mi visión de este mundillo y de la gente que lo habita. Como en una discusión de las buenas, de ésas que incorporan graves insultos, comencemos por lo personal:

Virgo, varón (dandy), 30 años, natural de Zaragoza, arrejuntado, Ing. Informático, cristiano, ateo, gusto desmedido por las pelirrojas, por las pecas, por los chistes malos y enfermo de los deportes (muchos de los que me conocen dirían que sobra “de los deportes”, pero varios están casados así que no pueden hablar muy alto).

En cuanto a lo profesional, llevo unos tres años aprendiendo este juego. Esto incluye varias modalidades, principalmente torneos de holdem sin límite de todo tipo, holdem con límite, omaha con límite de bote y, últimamente, holdem sin límite. Me considero un jugador más teórico que práctico, ya que paso mucho más tiempo leyendo, analizando y pensando que jugando.

El póquer es para mí mucho más que un hobby, se puede decir que se trata de una pasión. Lo que comenzó como una actividad al margen de mi trabajo habitual para lograr un sobresueldo, se ha convertido en algo que ocupa una parte importante de mi tiempo. Siempre me ha gustado aprender cosas, pero ninguna ha concitado tanto interés como este juego. Si el término existe, lo definiría como una “obsesión positiva”.

Es muy importante no confundirlo con tener problemas con el juego (ludopatía), en palabras de nuestro amigo Earl Hickey: “eso sería como decir que Michael Jordan tiene un problema con el baloncesto”. Pero uno nunca se puede confiar, una obsesión se puede convertir en enfermedad si se lleva más lejos de lo que se debería. Un buen indicador es jugar fuera de bankroll y yo, no lo he hecho nunca. Os dejo este enlace de un más que interesante artículo del maestro Carreño que trató el tema en su día.

Una de las cosas que me fascina del póquer es que cualquiera puede ser un buen jugador. Evidentemente, precisa de mucho trabajo y esfuerzo ser un ganador consistente pero, a lo que me refiero, es a que no se trata de un coto vedado para las mentes más brillantes como puede ser el ajedrez u otros “deportes mentales”, o para los cuerpos más atléticos como puede ser el fútbol u otros “deportes físicos”. En el póquer entran en juego muchas habilidades y muchos tipos de inteligencia tienen cabida. Nos encontramos a muy buenos jugadores matemáticos y excelentes jugadores de raza, teniendo cada uno de ellos diferentes características que los hacen muy complicados de batir.

Además, se necesita muy poco para jugar. Si se va a hacer por internet, basta un ordenador y una conexión lo suficientemente rápida. No requiere ni siquiera jugar por dinero, ya que todas las salas tienen partidas gratis solo por diversión. En una mesa de juego se pueden reunir todo tipo de personas pertenecientes a distintos orígenes, clases sociales, razas, nacionalidades, niveles culturales, profesiones, sexos, etc. sin discriminación alguna. En una mesa de póquer solo cuentan las cartas y nuestra habilidad para jugarlas.

Mis motivos para jugar son diversos. Un dinero extra nunca viene mal, pero son más importantes las ganas de superación que me llevan a mejorar día a día. También, ir subiendo niveles, compitiendo contra los mejores jugadores y, lo que es más importante, contra uno mismo. Es imprescindible conocerse a fondo para desarrollar un juego óptimo. Ese camino interior que todos debemos afrontar al menos una vez en la vida y que podemos recorrer a través del póquer.

Apenas he jugado en vivo. No es algo que me llame demasiado, lo considero bastante menos rentable que el juego por internet. Principalmente es un tema de comodidad, uno está mucho más tranquilo y relajado en su casa sin tener que cumplir unas mínimas reglas de comportamiento (y no solo me refiero a poder expeler sonoras ventosidades a placer). Por si fuera poco, el hecho de jugar tantas mesas simultáneas como se puedan manejar, elegir los límites y juegos que se quieran, poder entrar y salir con total libertad, hacer selección de mesa, contar con estadísticas precisas de los rivales y ser capaz de realizar las necesidades menores o mayores si se tiene una planta cerca sin moverse de la silla, son ventajas que hacen que mi preferencia sea clara (y no, no tiene nada que ver en todo esto que estoy diciendo -ni siquiera un ápice- que tenga prohibido jugar en vivo).

El secreto para ganar al póquer es muy sencillo: escoger en todo momento la opción que +EV tenga a largo plazo. Es tan obvio, inútil y valdanista como decir que el secreto del fútbol es elegir la opción que maximice la garantía de victoria. Pero, a pesar de todo, sigue siendo la verdad; y si JValdano se gana la vida diciendo verdades de Perogrullo con retórica barroca, no veo por qué no puedo hacer lo mismo sin ser competencia directa.

En las próximas semanas (supongo que no serán demasiadas hasta que me echen) trataré artículos que engloban temas muy diversos como son: estrategia, software, humor, psicología... El objetivo principal de esta columna es que quien la lea pase un rato ameno y, si es posible, que aprenda algo. Igual os suena algo de lo que leéis, pero no penséis que es un plagio. Recordad, la originalidad no existe, es simplemente ignorancia o desmemoria.

Bueno, se me quedan muchas cosas en el tintero, pero como no me pagan por palabras tendrán que esperar a futuras entregas si la Diosa Fortuna quiere. Nos leemos.