WSOP #37: Brandon Paster gana de costa a costa

El Evento #37 1.500$ Pot Limit Omaha se convirtió en una oportunidad de oro para la gran mayoría de sus finalistas, que nunca habían llegado tan lejos en las WSOP.

Por extraño que suene ese era el caso de jugadores como Galen Hall, campeón del PCA Bahamas 2011, y el de Kevin Saul, uno de los primeros jugadores de élite en abandonar los torneos online y su nick "BeLoWaBoVe" para pasarse al circuito en vivo a tiempo completo. Ninguno había llegado antes al episodio final de un torneo de las WSOP.

Quien sí tenía experiencia previa en las mesa finales de las WSOP era el francés Gabriel Nassif, en su segunda consecutiva de este verano después de acabar octavo en el Evento #33. Esta vez acabó tercero, detrás del campeón y del otro jugador una FT en el Rio a sus espaldas, Marcel Vonk.

No es que el holandés Vonk sea un experto en estas lides, solo tenía una caja por encima de los 13.000$ en toda su carrera nates que esta, pero aquella vino acompañada de un brazalete, conseguido en 2010.

De todas maneras, había un jugador que había dejado bien a las claras su intención de salir de aquí con una pulsera nueva, y ese era Brandon Paster. Para empezar tomó el liderato al final del día 1 y luchó hasta el último minuto por mantenerlo al final del día 2, pero Vonk se le adelantó por un par de ciegas.

Luego, en la mesa final, fue el segundo en superar el 1.000.000 de puntos, inmediatamente después que Vonk y gracias a la eliminación de Galen Hall, y ya nadie más volvió a ser millonario en fichas más que él hasta que se las quedó todas.

Era de recibo que Marcel Vonk, el que más resistencia opuso al dominio absoluto de Paster en el torneo, fuera el último en dejar la mesa antes de que se decidiera el brazalete. Fue una presencia testimonial porque desde hacía ya unas cuantas manos Paster tenía en su poder un gran porcentaje de las fichas del torneo.

Remató a Gabriel Nassif en un flop  As7s6c en el que ligó pareja y tripona, equity suficiente para sentirse comprometido con un bote en el que solo cabía una apuesta más. Paster estaba en la peor situación posible, con todos sus kickers pisados menos uno, 9653 frente a 7543, y ese, el 9, fue justamente el que apareció en el turn para darle la victoria.

La puntilla a Vonk se la dio con mucho más estilo, con unos ases que aguantaron perfectamente tras el all-in preflop de siete ciegas.

En la agenda de Brandon solo había tres torneos este verano, eso y las sesiones del Electric Daisy Carnival, donde va a celebrar a lo grande su victoria.