Brian Altman cumple el expediente en el WPT Lucky Hearts

No cupo la sorpresa en el World Poker Tour Lucky Hearts Poker Open de Florida. 

Los dos bigstacks de la mesa final habían sacado el número para el heads-up ya en la víspera, y nadie se les pudo colar. El dominio que mostraba la tabla clasificatoria se trasladó al tapete y Mark Dube y Brian Altman cumplieron los pronósticos. 

Todos esperábamos que Kelly Minkin pudiera dar la sorpresa y convertirse en la primera mujer en ganar un evento abierto del World Poker Tour, pero no hubo manera. El inicio fue de lo más prometedor. En la segunda órbita, Kelly abrió  QhQc a 190.000 y Jon Graham intentó echarla del bote empujando al centro sus 18 ciegas con  KsQd. A veces el poker es así de sencillo.

Pero los bigstacks estaban en modo apisonadora. Mark Dube, al poco rato, eliminó a Sanjay Gehi en un flip -AJ contra TT-, y un par de manos después estaba de nuevo al lío, intentando derribar a puñetazos un bote multiway que formó con una subida mínima desde el botón. 

Kelly aguantó la apuesta en el flop  Ad7h4d. Dube, que se apoyaba en una simple gutshot con  6h8d, ligó las nuts en el turn  5c y mejoró en el river  9h. Apostó las dos calles y Minkin acabó invirtiendo 2.500.000 puntos en el bote para quedarse con 30 ciegas.

La cosa empeoró para la única fémina de la mesa cuando se topó con los ases de Greg Rosen, muy favoritos frente al AK de la abogada. Doblando al shortstack, Minkin se vio obligada a pensar en los saltos de premios y Rosen es un jugador recreacional de 48 años que mostró cierta aversión al riesgo. Con este panorama, la partida entró en un letargo que Mark Dube aprovechó para escaparse de Altman mientras maduraban las siguientes eliminaciones.

Fueron 50 manos sin que se vieran flops y en el que los walks fueron moneda corriente, con esporádicas dobladas de los shortstacks cuando las ciegas acababan por comerse sus fichas. Finalmente, Greg Rosen cometió un desliz intentando proteger una tercera pareja en un flop pagado por toda la mesa. Fue all-in siendo el segundo en hablar y Altman le cazó con su pareja máxima.

Kelly Minkin era la invitada de piedra que quedaba por despachar, y Altman encontró la oportunidad de hacerlo unas pocas manos más tarde, en una guerra de ciegas. Altman pagó el push de cara de la SB con 44. Kelly llevaba 99 y el turn le dio trío, pero a Altman se le había abierto un proyecto de escalera abierta en el flop que se completó en el river.

El plan no les podía haber salido mejor a Brian Altman y Mark Dube, que se quedaron solos con 108 ciegas de stack efectivo. Era Dube el que llevaba ventaja y tomó la voz cantante en el heads-up. La brecha entre ambos se fue ensanchando y el nivel 32 acabó una ventaja de 20.475.000 a 10.325.000 para Dube.

Para la primera mano del siguiente nivel Altman tenía 50 ciegas. El bote llegó al flop  Qs8c6c 3beteado preflop. La continuación de Dube, que llevaba  8h8d fue de poco más de medio bote, 1.550.000. Altman dudó mucho entre pagar y subir, con  5d7d, duda que no existió para pagar el all-in del turn que completó su escalera  4s.

Las posiciones se mantuvieron más o menos igual durante un par de niveles más, hasta que Dube tuvo una oportunidad perfecta para doblarse. Mark dejó sin apostar unas dobles de damas y dieces en AQT, y el 2 del turn completaron dobles menores para Altman, Q2. Acabaron all-in en esa misma calle, y a Altman le salvó el pellejo un as en el river.

El último cooler que se comió Dube fue el definitivo. Altman defendió su ciega grande con  Ks8s y ligó segundas nuts en  As3s5s. No le quiso dar carrete a Dube y optó por el check-raise. Dube no se lo podía creer cuando puso all-in a su rival y vio que sus  AhAd iban por detrás. El board no se dobló y todo terminó ahí.

Matt Savage y todo su equipo están ya a las orillas de las cataratas del Niágara para el WPT Fallsview Poker Classic, un festival de cuatro torneos que no ha empezado con muy buen pie.

Veremos si endereza el rumbo.