Vanessa Rousso, libre como el viento

La redacción de Poker-Red está revolucionada. La musa, el símbolo, la diosa... la Rousso vuelve a estar disponible. Aquellos que están solteros suspiran por la oportunidad de llenar el vacío que ha dejado Chad Brown, su actual marido.

Vanessa escogió Twitter para anunciar el fin de su matrimonio.

A pesar del cariño y respeto mutuos, Chad y yo nos hemos separado. Siempre seremos amigos y atesoro los recuerdos que compartimos.

Más allá de las frivolidades, Vanessa Rousso es una mujer realmente impresionante.

La franco-estadounidense se graduó en la Universidad de Duke con un título en Ciencias Económicas y otro menor en Ciencias Políticas tras dos años y medio de estudios, el tiempo más corto que nunca haya tardado un alumno en graduarse en la historia del afamado “college”.

Un año más tarde, empezó la carrera de Derecho en la Universidad de Miami, con excelentes notas. No terminó los estudios, aparcados para potenciar su carrera pokerística.

Como jugadora profesional de poker, tiene más de 3 millones de dólares en ganancias. Su mejor resultado fue el primer lugar en el High Roller de 25.000€ de la gran final del EPT 2009 en Montecarlo.

También fue muy comentado su segundo puesto en el NBC Heads-Up Championship de 2009, en el que para llegar a la final contra Huck Seed derrotó consecutivamente a Doyle Brunson, Phil Ivey, Paul Wasicka, Daniel Negreanu y Bertrand Grospellier “ElkY”.

Conoció a Chad Brown en una de las dos mesas finales del World Poker Tour que ha jugado, en 2006. En 2008 anunciaban su compromiso y se casaban un año después. Él tenía 48 años y ella 26. Se convertían así en el primer matrimonio que formaba parte de un mismo equipo de profesionales, el Team Pro de PokerStars.

La admiración que tenemos por Vanessa se agrandaba más si cabe tras esta entrevista que nos concedía durante la gran final del EPT de Madrid, el año pasado.

También, gracias a esta entrevista en PokerNews, descubrimos que Vanessa es una hermana e hija estupenda a la que su familia apoya en los torneos.

Qué maja. Hasta la próxima, Vanessa.