ASSES

Tu bankroll nunca estuvo mejor, tú nunca estuviste peor

Marc Durán | HACE 10 HORAS 26 MINUTOS
Tu bankroll nunca estuvo mejor. Tú nunca estuviste peor.
Llevas meses ganando. Los números funcionan. El bankroll sube. Todo debería estar bien. Pero hay algo que no cuadra.

Te levantas y ya estás pensando en la siguiente sesión. En el ROI. En el siguiente stake. En optimizar cada decisión del día como si fuera un solver. Y cuando por fin paras, si es que paras, no sabes qué hacer contigo mismo.

Eso si es que no llega una culpabilidad terrible los pocos días que puedes parar.

No es cansancio. Es algo más jodido

La mentira que te vendiste

"Cuando llegue a NL200, voy a estar bien."
"Cuando tenga 50k en la cuenta, voy a relajarme."
"Cuando sea regular en high stakes, ahí sí que voy a disfrutar."

Mentira.

Llegaste. Y lo único que cambió es que ahora la presión es mayor, el vacío es más grande y la pregunta es más incómoda: ¿Y ahora qué hago?

Porque resulta que el poker nunca fue el objetivo. Era la excusa perfecta para no tener que pensar en todo lo demás. En quién eres de verdad. En qué te importa más allá de las cifras. En qué harías con tu vida si mañana no pudieras jugar.

El poker te dio estructura. Pero también te dio una forma perfecta de evitarte a ti mismo.

En tu tracker todo está verde, pero por dentro está gris.

Apenas sales con amigos porque es “perder el tiempo”. Quedas con una tía y le das el 60% de atención porque el otro 40% está revisando manos mentalmente. Dices que no vas a grindar, que hoy descansas, pero a las horas estás abriendo mesas a ver “como está hoy”

No es adicción. Es simplemente que toda tu identidad es póker. Todo lo que haces tiene que tener sentido competitivo. Todo tiene que servir para algo. Descanso: para rendir mejor. Gym: para aguantar más horas. Salir: para resetear y volver con más focus.

Pero nada por el simple hecho de vivirlo. Nada por el placer puro de estar vivo y hacer algo sin que tenga que "valer la pena".

Y un día te das cuenta: llevas años sin hacer absolutamente nada por diversión real.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo porque te apetecía?

Sin medirlo. Sin justificarlo. Sin pensar si "te lo habías ganado" primero.

¿Cuándo fue la última vez que te reíste hasta que te doliera la mandíbula? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste algo que no fuera estrés, aburrimiento o esa sensación extraña de "estoy bien, pero no estoy bien"?

Si tienes que pensarlo más de 5 segundos, ya sabes la respuesta.


Lo que pasa cuando solo sabes producir

Tu cerebro se convierte en una máquina de optimización 24/7. Cada momento libre es una amenaza. Cada rato sin hacer algo "útil" se siente como perder EV de vida.

Entonces empiezas a llenar el tiempo con mierda: scroll infinito, series que no te gustan, porno mecánico, cualquier cosa que te mantenga ocupado sin pedirte que sientas algo de verdad.

Porque sentir de verdad da miedo. Implica aceptar que quizás las cosas no están tan bien como dices. Que quizás ganaste el juego equivocado. Que quizás llevas años construyendo una vida que técnicamente funciona pero que emocionalmente está muerta.

Y eso, no lo arreglas con más volumen ni con mejor estrategia.

La verdad que nadie te dice en Discord

En ASSES trabajamos con jugadores que "lo tienen todo". Y la mayoría llega diciendo lo mismo con diferentes palabras:

"Técnicamente estoy bien. No sé qué me pasa."

Lo que pasa es que ganaste en poker, pero perdiste en vida. Y ahora toca reconstruir. Desde cero. Pero esta vez sin usar el grind como escudo.

Toca preguntarte cosas incómodas:

¿Qué te importa de verdad más allá del winrate?

¿Quién eres cuando no estás compitiendo?

¿Qué harías si el poker desapareciera mañana?

Y la más jodida de todas: ¿Estás jugando poker porque te gusta, o porque no sabes qué más hacer contigo?

El poker vuelve a ser poker cuando tú vuelves a ser persona

No cuando "balanceas tu vida".
No cuando "cuidas tu salud mental".
No cuando aplicas las mismas métricas de rendimiento a tu vida personal.

Cuando reaprendes a hacer cosas sin que tengan que justificar su existencia con resultados.

Cuando puedes parar de jugar y no sentirte como un perdedor por descansar.

Cuando juegas porque quieres, no porque es lo único que te hace sentir que vales algo.

Ahí es cuando el poker deja de ser tu identidad y vuelve a ser lo que fue: un juego que te ponía vivo.

No una forma de esconderte del mundo.
No una métrica para validar tu existencia.
No la única cosa que sabes hacer bien.

Solo un juego. Uno que juegas porque te divierte. No porque no sabes cómo llenar el resto.

El problema nunca fue el poker. Fue usarlo como excusa para no construir nada más. Y ahora que llegaste a donde querías llegar, te toca la pregunta más difícil: ¿y ahora qué?

¿Vas a seguir dando vueltas en la misma rueda con mejores stakes? ¿O vas a pararte un momento y construir algo que de verdad valga la pena?

La pelota está en tu lado de la mesa.

¿Estás jugando desde la fuerza o desde el vacío?

Hemos creado un test gratuito. 3 minutos. Te va a mostrar exactamente dónde estás parado. No lo que quieres escuchar. Lo que necesitas ver.

[Descubrir donde estoy realmente]

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.