Adrián Mateos finaliza quinto en la Super High Roller Bowl por 800.000 $

Dos veces ha tenido a tiro el premio más grande de su carrera en esta semana y dos veces se le ha descuadrado todo en la mesa final. Adrián Mateos no pudo superar la quinta posición en la Super High Roller Bowl y tuvo que ‘conformarse’ con un premio de 800.000 €.  

Casino Sochi recibió ayer en sus mesas a los últimos siete finalistas de la Super High Roller Bowl, un torneo de 250.000 $ de entrada no apto para todos los bolsillos ni para todos los jugadores.

Para jugar Super High Rollers de este tipo hay que estar muy seguro de uno mismo y confiar mucho en tu juego. Recordemos que estos jugadores ponen grandes cantidades de dinero para batirse contra los mejores del mundo, cosa que a priori no parece un plan brillante, sino todo lo contrario.

Sin embargo, hace mucho tiempo que el madrileño no tiene ningún miedo de sentarse en ese tipo de mesas y los Super High Rollers se han convertido en su hábitat natural. Ayer, como decíamos, toda la comunidad española miraba hacia Sochi con la esperanza de volver a ver a Adrián hacer historia ganando una Super High Roller Bowl y, de paso, el premio más grande de su carrera.

Adrián llegaba en la segunda posición y todos buscaban superar la burbuja, ya que solo seis pasarían por caja en este torneo. El primero en caer y al que le explotó la burbuja en las manos fue Stephen Chidwick, con lo que el resto de supervivientes se aseguraron un premio de 600.000 $. Fue el malasio Ivan Leow el que se llevó esas seis primeras cifras tras un encontronazo contra Vogelsang que le obligó a cogió el camino del rail.

Amadi comenzó perdiendo algunos puntos, pero logró doblarse contra Adams para ponerse líder. A partir de este momento, comenzó el descuadre que le obligaría a irse a las duchas en quinta posición.

Primero perdió dos flips seguidos contra Adams. Open pusheando 9s7c desde la SB contra los  5d5c del canadiense y con  AhKd realizando un 4-bet push que Adams pagaba con unas JsJd que aguantaban.

Llegado este punto, Amadi se jugó el tercer flip que no cuadró con 2d2c. Su verdugo, Ben Heath, pagaba con un  AhQs que ligaba trips en el flop y full house en el turn con dos nueves en el board que sentenciaban al madrileño.

A partir de aquí, los cuatro supervivientes se fueron alternando el liderato durante tres horas hasta que cayó eliminado el inglés Ben Heat en cuarta posición con un premio de 1.000.000 $. Comenzaba así un 3-handed que terminaría con la eliminación de Mikita Badziakouski dando paso a un heads-up muy igualado entre Timothy Adams y Christoph Vogelsang en el que ambos tenían la posibilidad de ganar su segunda Super High Roller Bowl.

Adams tomó la delantera y logró poner el conteo en 3 a 1 , pero Vogelsang hizo todo lo posible por impedir la victoria del canadiense. Logró igualar el conteo de nuevo tras doblarse y Adams se vio obligado a coger ventaja poco a poco, bote a bote.

La mano que decidió el torneo llegó tras un acuerdo de ambos jugadores en saltarse un nivel para incrementar las ciegas hasta 100.000/200.000. A Vogelsang le repartieron Ac6d y a Adams Ah9s y las fichas de ambos acabaron en el centro cuando la ventaja era algo superior a 2 a 1 a favor del canadiense.

El board no ayudó al alemán y este cayó eliminado con un premio de 2.400.000 $, dejando al canadiense alzarse con el título y con un premio de 3.600.000 $.