Simulacro de redada en un local de Valencia

En el correo electrónico de la oficina nunca nos faltan unos megas sueltos para compartir anécdotas curiosas sobre el mundo del poker, aunque tengan un fondo tan desalentador como la crónica periodística publicada en 20 minutos acerca de una redada policial en un local privado de Valencia en el que se organizaban partidas de poker "de forma clandestina".

Los arrojados agentes de la Unidad adscrita a la Generalitat Valenciana acudieron al distrito de Tránsits con el imprescindible refuerzo de la Policía Nacional para llevar a cabo un registro que terminó con la incautación de "tres mesas de juego para póker, 2.472 fichas de diferentes valores faciales, dos barajas francesas y cuatro marcadores dealer".

Como siempre ocurre en estos casos en que la ignorancia se mezcla con la intención de darse importancia, se pretende confundir el valor representado en las fichas con la confiscación de una cantidad económica importante. La aportación de 20 minutos sobre este punto (sacada de Eurpa Press) en particular merece ser citada coma por coma.

Los agentes comprobaron que las fichas incautadas tenían su correspondiente valor en euros, ya que en el local encontraron varios carteles junto a las mesas con la leyenda 'para cobrar hay que enseñar las dos cartas".

Ahí queda eso. La policía se ha hecho con un capital inmenso, como demuestra el incriminatorio cartel escrito en clave.

Nosotros, que para algo somos prensa especializada, sacamos varios datos en claro de este estremecedor documento.

Podemos afirmar fehacientemente que en este local una de las mesas era para dejar las cazadoras y abrigos, y que se jugaba un formato de poker con dos botones y en el que es obligatorio mostrar las cartas al showdown. Con cuatro botones de dealer, tres mesas y solo dos barajas, ya nos dirás si no cómo demonios se organizaban.

También hemos decidido que vamos a coger un maletín de los de 50€ y le vamos a poner a las fichas unas pegatinas de 1.000 "leuros" con las que nos vamos a comprar unos vehículos incautados en la próxima subasta de la Policía, que se ven por allí unos cochazos que quitan el hipo.

¡Ay, Españistán!