Si te importa ganarle, ya estás perdiendo

Si te importa ganarle, ya estás perdiendo. Sabes de quién hablo.

Ese reg que 3betea de más. Que te pushea el river sin piedad. Que parece que siempre te tiene. Y que, aunque no lo digas, te activa algo por dentro...

No es solo que sea agresivo. No es solo que runnee bien... es que te toca el ego.

Y sin darte cuenta, dejas de jugar a ganar... y empiezas a jugar para demostrarle algo.

❌ "No le voy a dejar salirse con la suya"
❌ "Voy a callearle esta para que vea que no soy ningún fish"
❌ "En cuanto le pille, le reviento"

¿Te suena?

No es estrategia. Es venganza. Y te está costando dinero, foco y control.

Porque en ese momento, no estás decidiendo tú. Está decidiendo tu sistema dopaminérgico. Sí, literalmente tu cerebro. Tu circuito de recompensa ha entrado en modo competición emocional, no en modo toma de decisiones EV+. 

Y eso lo cambia todo.

¿Qué pasa dentro de ti?

Cuando alguien te “gana” simbólicamente (te bluffea, te presiona, te humilla en un showdown…), el cerebro libera una mezcla peligrosa:

• Dopamina: anticipación de recompensa. Quieres “devolverle” la jugada
• Cortisol: estrés por la amenaza social
• Testosterona: impulso competitivo. Necesitas recuperar el dominio

Todo eso se junta y te crees que estás haciendo una jugada valiente, pero lo único que estás haciendo es jugar para él.

Porque si lo piensas bien…

¿Qué necesidad real tienes de demostrarle algo a un nick de internet?
¿Desde cuándo tu EV depende de “ganarle” a alguien específico?
¿Por qué esa mano te duele más que otras con peor resultado?

El problema no es que exista ese jugador

El problema es que tú has hecho de él un símbolo. Un símbolo de todo lo que te molesta: el que runnea bien, el que juega suelto, el que no tiene miedo.

Y tú quieres que “aprenda la lección”. Que te respete. Que vea que no eres débil.

Pero... cuanto más te obsesionas con eso, más te sales de tu juego... Y más lo validas.

La regla es simple

Si te importa ganarle, ya estás perdiendo. Porque ese tipo de tilt no es un enfado.

Es un secuestro emocional disfrazado de “análisis agresivo”. Y mientras sigas cayendo en ese patrón, no hay solver que te salve.

¿Solución?

Empieza por este protocolo:

1. Identifica el patrón. Cada vez que veas su nick, respira. Pregúntate: ¿estoy jugando esta mano… o estoy intentando demostrar algo?
2. Normaliza su existencia. Siempre va a haber alguien que te toque las narices. Tu trabajo es volverlo irrelevante. Un spot más. Una línea más.
3. Escribe después de cada sesión una mano vs ese jugador. Pero no el resultado. Tu estado emocional antes, durante y después. Te vas a sorprender.

Porque el edge real no es saber qué hacer contra él, es poder jugar contra él sin que te importe quién es.

Eso es control. Eso es juego mental. Eso es rendimiento real.

Esto no es una idea. Es una práctica.

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