El SHRPO busca la fórmula para olvidar el mayor overlay de la historia

El casino Seminole Hard Rock de Florida acaba de ser sede del penúltimo torneo de la 13ª temporada del WPT. Su equipo de relaciones públicas ha aprovechado la circunstancia para presentar las novedades del próximo Seminole Hard Rock Poker Open, que son muchas, tantas que está casi irreconocible.

¿Y qué se podía esperar de la nueva edición del torneo que el año pasado obtuvo el funesto récord de haber ofrecido a sus jugadores el mayor overlay de la historia del poker?

La nota de prensa publicada en la web oficial nos sirve para echar la vista atrás en esta historia, el mito de Ícaro hecho evento pokerístico. La organización soñó en su día con colocarse unas alas que les situaran entre los mejores torneos del mundo, y el primer experimento se saldó con un éxito rotundo.

En 2013 consiguieron atraer la mirada de asombro de todo el mundo al sacar de la manga un torneo de 10.000.000$ garantizados de premio en mitad de agosto, con un festival que casi empalmaba con el final de las WSOP y acababa antes de que empezara la nueva temporada del EPT y antes de que volviera el WPT a Estados Unidos.

Blair Hinkle se hizo de oro en aquel torneo superando a casi 2.400 jugadores, y todo eran palmaditas en la espalda.

Pero la audacia humana es ciega, o al menos tuerta, y para 2014 se intentó volar aún más alto. Esta vez, el adelanto del EPT Barcelona y una ligera demora en las fechas del SHRPO colocaron el evento en competencia directa con el torneo más importante de Europa y con el WPT Legends of Poker.

Cuando se derritió la cera que mantenía pegadas sus alas, el trompazo fue como para descalabrarse. Vendieron casi 1.000 entradas menos que en 2013 e hizo falta meter en caja 2.500.000$ para cumplir lo prometido en las bases del evento.

El ISPT de Wembley, el fracaso más anticipado de la historia de las ambiciones pokerísticas, dio para hablar y criticar durante meses por los continuos recortes a su garantizado, que acabó generando un overlay superior a los 500.000€. En el funeral del Partouche Poker Tour se montó una jarana de escándalo por un quítame allá esos 750.000€ que faltaban en la lista oficial de premios y que la organización no quería cubrir.

Pues aquí el agujero fue de más del triple. Eso sí, fueron unos caballeros y no hubo el menor retoque a las cifras, ni en los carteles ni en la lista de premios, y así Dan Colman pudo embolsarse casi millón y medio de dólares en medio de su racha triunfal de 2014.

Este año ya se abandonan los 10.000.000$ en el garantizado. Ha sido rebajado a la mitad, que tampoco está nada mal. Además, en el Hard Rock no quedará nadie ya a partir del 19 de agosto, para curarse en salud sea cual sea la fecha que escoja Edgar Stuchly para la visita anual a la Ciudad Condal.

Los 5.000.000$ son el mismo premio que tenía el WPT SHR Poker Showdown que terminó esta madrugada -otro overlay-. Pero han buscado algún retoque más que mantenga el aspecto diferenciador que se ha querido dotar desde el principio a este festival.

El Main Event, que necesita que al menos 1.000 jugadores paguen los 5.250$ de la entrada para no volver a tener que rellenar la bolsa con fondos propios, abandona las recompras y las reentradas y se convierte en un freezeout con un solo día 1.

El banderín de enganche del torneo es que todo el mundo tendrá las mismas oportunidades sea cual sea su banca, se dediquen al poker profesionalmente o no. Todos tendrán los mismos rivales y las mismas balas para optar al triunfo.

Además, para captar el interés de la televisión y del público, se emitiran en directo vía streaming cuatro mesas finales simultáneas -el Main Event, un High Roller de 25.000$, un paralelo de 2.500$ y otro de 1.100$- con comentarios a cargo de Phil Hellmuth. Luego se editará y se emitirá en CBS Sports.

Vamos que no lo va a reconocer ni la madre que lo parió. Aunque igual tan mal no ha quedado ¿no?