Recordando High Stakes Poker: los farolazos

Para acabar de celebrar los 10 años que el pasado 16 de enero se cumplieron desde la primera emisión de High Stakes Poker por parte del canal GSN, te traemos hoy el último artículo relacionado con esta honomástica. 

Después de repasar la historia de este programa que marcó a tantos y tantos aficionados del poker, y después de ofrecerte una selección de los botes más grandes jugados en los 98 programas que duró esta emisión, hoy vamos con esos faroles que todos recordaremos durante años, esos en los que la adrenalina de los protagonistas se disparó hasta límites insospechados, o aquellos que tenían alguna particularidad como a continuación comprobarás.

Por aquí pasarán jugadores como Phil Ivey, Tom Dwan, Phil Hellmuth o Mike "The Mouth" Matusow. Vamos con ellos.

Brad Booth a Phil Ivey

Booth, antes de tener los problemas económicos que confesó, se podía permitir poner tres ladrillos de 50.000$ cada uno en el centro de la mesa para hacer que Phil Ivey foldeara sus resyes.

Phil Hellmuth a Mike "The Mouth" Matusow

El juego del 72, en el que si un jugador se llevaba la mano, con o sin showdown teniendo en sus manos 72, dio mucho juego en este programa. Aquí vemos un ejemplo de cómo introducir esta regla, cambia el meta-juego de la partida.

Tom Dwan a Phil Ivey

De nuevo Ivey víctima de uno de los faroles que más recordaremos en la historia de High Stakes Poker. En este caso, dos jugadores que por entonces estaban patrocinados por Full Tilt Poker y que se conocían a las mil maravillas. A punto estuvo Ivey de hacer un "call" de esos que solo pueden hacer unos cuantos elegidos.

Bill Klein a Phil Galfond

Aunque Klein llegaba a la mesa de High Stakes Poker con la etiqueta de hombre de negocios con mucho dinero, nada le impidió clavarle un buen farol a todo un profesional como es Phil Galfond. El texano consiguió tirar a Phil de su escalera a base de mamporrazos. 

Salorio a Brandon 

Si antes veíamos cómo se puede farolear con 72, aqui tenemos un ejemplo de intento fallido. Salorio, un "no profesional" que regó todo su dinero, no duró demasiado con manos como esta.