Raúl Páez, Premio Poker-Red a la Trayectoria 2013
Durante casi una década, nadie se ha atrevido a buscar el éxito en tantos países y en tantos formatos distintos como Raúl Páez, un pionero español en el circuito internacional.
Nacido en Sabadell y destinado por lazos familiares al negocio de los embutidos, Raúl Páez Corral escogió como profesión el poker a principios de la década del 2000. Su destino era ser el jugador español más internacional.
Cuando en España sólo unos pocos entendidos sabían qué era el Texas Hold’em, Raúl ya hizo el viaje iniciático con el que todos soñamos: cruzar el charco y visitar los casinos de Estados Unidos.
Pero no fue un viaje de poker al uso, como el que realizan todos los veranos la nueva hornada de jugadores españoles surgidos del poker online. Raúl se estableció en Tunica, Mississippi, durante cerca de un lustro; para aprender a jugar al poker en sus raíces. Allí consiguió sus primeros éxitos.
En 2005, en uno de los torneos del Sixth Annual Jack Binion World Poker Open, le llegó su primera caja de seis cifras, uno de los primeros ladrillos de una carrera que aún le mantiene en la segunda posición en la lista de premios de nuestro país por detrás de Carlos Mortensen y por delante del pujante Adrián Mateos
De Estados Unidos Raúl se trajo bajo el brazo un tercer puesto en un WPT por detrás de Scotty Nguyen y Michael Mizrachi, el hito más grande de su carrera, y un nuevo apodo bajo el brazo: “El Toro”
De vuelta a su Cataluña natal, desde allí viajó a circuitos como el LAPT, el IPT o el UKIPT, a países como Bahamas, Marruecos o Irlanda. Así hasta 12 países en los que consiguió al menos una caja, el que más en el poker español.
Trasladar sus resultados en vivo al terreno online fue una de la frustraciones de Raúl, hasta que se sacó la espina en una final del mayor major de la red. Más tarde el catalán se llevaría sendas victorias en otros dos importantes torneos online. En definitiva, Raúl se convirtió en uno de nuestros mejores jugadores online, acaparando varios titulares de nuestra sección de pinchazos.
La escuela estadounidense dejó una impronta inconfundible en Raúl: su gusto por los formatos menos conocidos en España, la cultura del juego y la idealización de las World Series of Poker.
La búsqueda del brazalete ha sido el acicate de buena parte de la carrera de Raúl, que nunca estuvo más cerca de conseguirlo que en junio de 2013, cuando jugó la mesa final del evento #39 1.500$ Stud Hi/Lo, pero volvió a terminar tercero.
También fue muy emocionante asistir a su mejor actuación en el Main Event, ese mismo verano. Él y Mortensen nos tuvieron pegados al raíl virtual hasta las últimas mesas, pero el “Toro” tuvo que doblar la rodilla en el puesto 88º, con un sabor agridulce que se translucía en la última entrevista que hemos compartido con él.
Desde entonces, solo un par de cajas menores y muchas ausencias, como si al verse al fin protagonista en el escenario de sus ambiciones más profundas hubiera quedado al fin saciado su afán por el éxito.
Esperamos volver a verle pronto sentado en las mesas de poker, que es en el único sitio donde se lo imaginan miles de aficionados. Entre tanto, que él disfrute de este merecido galardón mientras nosotros recordamos una de las tantas frases que nos ha regalado el siempre dicharachero Raúl.
No es un estilo, es un arte.
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