El poker y los medios de comunicación, ¿vale la pena?

Hace tiempo que quería escribir este artículo, basado principalmente en experiencias que hemos tenido estos últimos años en nuestra empresa, pero también en los más de siete años en el mundo del poker que acarrea un servidor a sus espaldas. Haber formado también parte de uno de los primeros equipos de poker profesionales de España, el Equipo Unibet, el cual junto con aquel histórico Equipo Everest fueron los dos primeros movidos en prensa y televisión, te proporciona un bagaje de aventuras en los medios que me gustaría compartir con la comunidad de jugadores de poker.

El disparador que ha rescatado de mi memoria este artículo ha sido la desagradable emisión del último programa de televisión donde se habla del poker, 21 Días en la piel de un jugador. Os recomiendo también leer los comentarios en el foro de Poker Red al respecto donde podréis comprobar que desde luego no ha sentado demasiado bien entre la comunidad de jugadores de poker.

Medios generalistas y poker

Años de experiencias y tratar con periodistas no especializados, y por no especializados me refiero a cualquiera que no se dedique exclusivamente al mundo del poker o a temas relacionados con el mundo del deporte, nos han dado una visión clara de qué busca el periodista medio al que le “cae” realizar un reportaje de poker: morbo.

Echando un vistazo en casi cualquier horario a casi cualquier canal de televisión en España podemos observar que el morbo y el sensacionalismo está presente en el genoma mismo de cada programa. Lo puedo llegar a entender; el periodismo es una profesión con una sobrepoblación de profesionales cualificados (o no cualificados pero luchando por los mismos espacios que los cualificados) que hacen que lograr un espacio, ya sea un artículo en prensa o un minuto de televisión, sea una lucha encarnizada entre colegas.

Esta lucha encarnizada por conseguir colar tu pieza para los periodistas que realizan las informaciones, se convierte en un círculo vicioso que lo contamina todo, y que generalmente deja como damnificados a aquellos que se tornan en protagonistas de la información (voluntaria o involuntariamente).

Y es que, cuando un periodista tiene que luchar por su espacio, la objetividad pierde peso. Su artículo, pieza para televisión, entrevista radiofónica, tiene que ser siempre impactante y abrirse camino entre cientos de piezas de colegas. Lo podemos comparar con el hecho de buscar destacar un currículum entre una montaña de solicitudes. Hay gente que gusta de imprimirlo en papeles de colores para que destaque más a ojos de los departamentos de recursos humanos. En una redacción de un medio no especializado, sucede lo mismo, y la forma de destacarlo suele ser el morbo. Ya sea en forma de titular, de declaraciones explosivas, o personajes extravagantes, la forma de llegar a ser publicado es que tu noticia tenga algo que el resto no tiene.

Volviendo al tema del poker. ¿Qué puede interesar a la prensa generalista del mundo del poker? Sólo una cosa; el dinero y todo lo relacionado con el mismo (hacienda, fraude, etc). Poco importa que el periodista te haga la entrevista por teléfono, o se pase tres días contigo para comprender cómo es tu mundo; al final, el titular que va a destacar por encima de cualquier otro es cualquier relacionado con el dinero. Probablemente, el tema que menos interese a un jugador de poker del que se hable.

Tipos y tipos de entrevistas

Nuestros años de experiencia nos llevaron hace tiempo a tomar una medida drástica. No íbamos a conceder más entrevistas, ya fueran en prensa, televisión o radio generalista, que no fueran en riguroso directo.

El directo tiene una cosa buena, y es que el entrevistado tiene la oportunidad de llevar la entrevista hacia donde más le convenga, al tiempo que es más sencillo esquivar las preguntas que directamente no queremos contestar. En televisión o radio, cuando te preguntan tres veces por lo mismo sin obtener la respuesta que buscan, el propio directo hace al entrevistador tener que cambiar de tercio rápidamente.

Toda aquella pieza que no es en directo, corre un riesgo altísimo de que el periodista generalista la lleve al extremo para conseguir salir de la carrera de la rata y para lograr que su pieza vea la luz. Si es un artículo de prensa, publicarán el titular más impactante posible, por supuesto totalmente descontextualizado. Si es en televisión, buscarán explotar el aspecto más friki o morboso del personaje en cuestión. En la carrera de la rata, todo vale.

Me gustaría dejar claro que los periodistas no son seres malvados de ultratumba esperándonos con el colmillo retorcido. En general, todos son personas como tú y como yo, pero que se ven envueltos en lo que, a mi juicio, es un sistema diabólico que suele favorecer a los que tienen menos escrúpulos frente a los que quieren trasladar fielmente la realidad.

Tipos de medios

Al igual que todas las entrevistas no son iguales, tampoco los medios son iguales. Al comienzo del artículo distinguía entre medios especializados y no especializados (generalistas).

De los especializados no hablaré, porque es obvio que el tratamiento que harán de una publicación siempre será mucho más acertado que cualquier otro.

Los medios y periodistas deportivos suelen tratar también mejor al poker sobre otros medios porque porque en sus genes entienden el elemento competitivo. Toda su existencia gira alrededor de competiciones deportivas y cuando les hablas de torneos o sesiones maratonianas, lo captan rápidamente.

Los medios generalistas directamente no creo que nunca le traigan nada bueno al poker. Habrán excepciones, obviamente, pero cuando a un periodista que no entiende absolutamente nada de la materia, le encargan realizar un reportaje/entrevista, y además, se va a ver envuelto en la carrera de la rata por lograr publicar su pieza... ojito. Con mucha seguridad el resultado final no os va a gustar.

¿Vale la pena?

Una pregunta que todo jugador de poker debe hacerse a la hora de participar en una pieza para un medio es si le vale la pena.

Las razones para prestarse a participar en una de estas aventuras casi siempre tienen que ver con las expectativas publicitarias que la aparición en tal o cual medio provee. Por ejemplo, durante mucho tiempo nosotros nos prestábamos a estos saraos porque pensábamos que finalmente repercutiría en publicidad para nuestros sitios.

Craso error. Y es que, además del riesgo a que seas violado con algún titular sensacionalista en la carrera de la rata (creo que hemos sido violados más que ningún otro), una de las cosas que más se cuidan los medios es de no introducir marcas o publicidad en sus piezas. Esto da lugar a situaciones curiosas. Por ejemplo, recuerdo una productora que vino a grabar para Antena3, y que nos hizo perder casi un día completo de trabajo, y a la que lo único que le pedimos es que por favor se hiciera mención EducaPoker. Todo fueron buenas palabras por parte de la periodista, pero a la hora de la verdad, la pieza final resultante se montó esquivando totalmente cualquier posible (se notaba hasta el esfuerzo consciente en esquivarla).

A nivel personal, un profesional del poker puede querer participar en uno de estos programas porque piensa que le puede venir bien de cara a la opción de ser fichado como pro para alguna sala. Sinceramente, no conozco ninguno de estos casos en España, y no creo que se vaya a dar nunca. Es mucho más probable que Hacienda llame a tu puerta a que vaya a venir una sala a ficharos, así os lo digo.

Hay también una situación concreta de la que no se puede escapar, y es cuando eres un jugador patrocinado por una sala de poker que se gasta dinero en moverte, y te consigue entrevistas. Aquí más te vale que su equipo de comunicación sea bueno, y pueda influir en el contenido y titular de la pieza final, porque una vez la entrevista está hecha, la suerte está echada que se diría.

Lo dicho al principio, tan sólo dar salida a un artículo que llevaba tiempo queriendo escribir, y que creo puede ser útil para la comunidad de jugadores. Me gustaría despedirme remarcando el hecho de que no es tanto un problema de personas individuales, si no del sistema alrededor del cual se organiza su trabajo. He conocido y conozco periodistas maravillosos que día a día se esfuerzan por dar lo mejor de ellos mismos al mundo.