Phil Ivey y Gus Hansen arreglan sus gráficas en las high stakes

Los dos nombres más repetidos en los últimos tiempos en las high stakes han sido los de Phil Ivey y Gus Hansen.

Lo que más llamaba la atención de estos dos jugadores es la racha de pérdidas que compartían, una mancha en dos carreras por otra parte irreprochables, sobre todo para el californiano, considerado el mejor jugador del mundo.

Las dos primeras semanas de mayo sirvieron par perfilar los dramas personales de estos dos jugadores, incapaces de separarse de la batalla por evitar ser el mayor perdedor de las high stakes.

El primero en reaccionar ha sido Phil Ivey "Polarizing", que también era el que más lo necesitaba últimamente, con pérdidas de alrededor de 1.000.000$ acumuladas desde principios de mes.

El regreso de Ivey a la senda de la victoria fue progresiva, constante y acumulativa, la misma manera en la que acumuló decenas de millones de dólares jugando online a lo largo de estos años.

Su ejemplar sucesión de sesiones positivas fue cortada por el surgimiento de Gus Hansen.

Con Gus todo es a lo grande, y de la misma manera que acumula más pérdidas que nadie desde que volvió Full Tilt Poker, ha barrido de un plumazo sus deudas con un par de monstruosas sesiones que le han valido para ganar más de 1.100.000$ en 48 horas. 

Las mesas que han visto el resurgimiento de estos dos ídolos de al afición han sido las de juegos mixtos y 2-7 Triple Draw, las mismas que acaparan la acción de las high stkes desde hace un par de semanas.

Además de Ivey, los más perjudicados por la excelente sesión de Gus Hansen han sido Sebastian Ruthenberg "taktloss47" y Patrik Antonius "Finddagrind".

Antonius es el que queda ahora en la bochornosa posición de compartir estátus de perdedor con "MalACEsia", pero ambos cuentan con el pobre consuelo de que Viktor Blom "Isildur1" se ha encaramado a lo más alto de la tabal de perdedores a causa de sus encontronazos con Ivey durante la semana. 

Por cada historia de redención, en las high stakes se generan otras tantas de abatumiento. ¿Podrán Antonius y Blom rehacer sus caminos como lo están haciendo Gus y Ivey?