Phil Ivey vuelve a Londres para la apelación contra el Crockfords Casino

La batalla de Phil Ivey contra el Crockfords Casino de Londres volverá a escribir una nueva página en este culebrón a lo largo de esta semana. El americano se encuentra en la capital británica, listo para la apelación de su juicio contra el establecimiento londinense.

Para hacer memoria a nuestros lectores de forma muy breve, comentaremos que allá por 2012, el americano ganó más de 12 millones de dólares en una mesa de límites altos de baccarat, aprovechándose de una imperfección en las cartas así como de una especie de cómplice de origen asiático. Crockfords, en el momento no le pudo pagar alegando que no tenían tanto dinero en la caja, y a posteriori, se negaron a hacerlo acusándole de trampas. Ivey se defiende alegando que el “edge sorting” (la técnica utilizada por él) no es una trampa, sino una forma de aprovecharse de un error del casino, y en este punto está la historia.

En todo este tiempo, Phil Ivey ha mantenido siempre la misma postura. Para él, no hizo nada fuera de las normas o fuera de la ley, por lo que no encuentra motivo alguno para que no se le pague lo que él considera que es de justicia, es decir, 7.8 millones de libras.

Después de un recurso en el que la ley británica dio la espalda al americano, el alto tribunal londinense a accedido a conceder a Ivey un segundo recurso, alegando que “el caso podría suponer un precedente clave”, algo que seguro Ivey espera conseguir, pues tiene abierto un caso parecido contra el Borgata Casino de Atlantic City.

Allá por 2014, Phil Ivey volvió a rubricar una sesión con ganancias millonarias en una mesa de baccarat del Borgata. Entonces, la suma ascendió a 9.6 millones de dólares, y de nuevo no se le pagó acusándole de “edge sorting”, una técnica que Ivey nunca ha negado haber utilizado. 

Por todo ello, el juicio que próximamente se llevará a cabo en Londres, es de importancia capital para los intereses de Ivey, ya que pueden crear una jurisprudencia aplicable al otro lado del Atlántico. 

Por su parte, Ivey se mantiene igual de calmado y tranquilo que se ha mostrado en todo momento desde que este asunto saltó a la luz pública. 

Como dije en su momento tras el veredicto en octubre de 2014, no está en mi naturaleza que se me asocie con las trampas, motivo por el cual me mostré tan sumamente contrariado tras el veredicto del juez, incluso tras matizar que mi testimonio era veraz y que no existía intención de hacer trampas.

La historia continúa, veremos con qué desenlace.