PCA 2013: Fábrica de campeones

El PokerStars Caribbean Adventure, más conocido como el PCA Bahaman, está a punto de cumplir 10 años repartiendo varios de los premios más sustanciosos que se han visto en torneos que no son grandes finales de circuitos y festivales, como por ejemplo el Main Event de las WSOP.

Tres de los jugadores europeos con mayores éxitos consiguieron dejar su huella en el palmarés del único torneo que ha formado parte de los dos circuitos más importantes del poker, el World Poker Tour y el European Poker Tour.

El primer campeón fue el danés Gus Hansen, que había asombrado al mundo del poker ganando dos eventos del World Poker Tour en mayo del 2002 y abril de 2003 y terminando tercero en el Five-Diamond World Poker Classic del Bellagio en diciembre de 2003. Un mes después embarcaba en el crucero Voyager of the Seas para emprender la singladura de la primera Caribbean Adventure, disputada en pleno Atlántico y que se convertiría en su tercer triunfo en el circuito.

En el 2005 le tomaba el relevo un inglés, un cincuentón llamado John Gale. El recuerdo más vívido que dejó Gale en su paso por el torneo en enero de 2005 fue su enorme humanidad. Abrazó a todos y cada uno de los jugadores a los que eliminó y siempre estaba dispuesto a escuchar y consolar a los más desafortunados de sus rivales, siempre con una sonrisa en la boca.

Llegó a bordo después de ganar un satélite de 37$ y, para cuando despachó al estadounidense Alex Balandin, el último de sus 460 oponentes, los había convertido en 890.600$.

Convertido en profesional del poker tras su victoria, Gale consiguió cuatro cajas en las WSOP de 2005, incluyendo un segundo puesto en un torneo de Pot Limit Hold'em de 5.000$.

En 2006 se quitaría la espina al ganar su primer y único brazalete en la misma modadlidad, esta vez en un torneo de 2.500$.

A lo largo de su carrera consiguió amasar 3.306.800$ en premios, y aún se mantiene octavo en la lista de jugadores británicos por delante de gente como Jake Cody, James Akenhead, Liv Boeree o Chris Moorman.

Por desgracia, las últimas noticias que hemos conocido de John Gale, a través del blog de PokerStars, no son las más agradables.

Un día, jugando en su poker room favorita de Londres, el soporte de una cámara se le cayó en la cabeza. Pasado el trauma, siguió sufriendo de dolores de cabeza, que le llevaron a hacerse unas pruebas para saber si el accidente fortuito había sido algo más grave que una desagradable anécdota. Las pruebas revelaron un tumor cerebral, contra el que el jugador inglés sigue peleando hoy en día.

Estaría tremendamente encantado de volver y rezar para que la historia se volviera a repetir. Es imposible poder decir ahora cuando volveré, pero si no es el próximo enero, espero que pueda ser el año que viene, si todo va bien.

En 2008, ya sin miedo a caer por la borda gracias al emplazamiento definitivo en el Atlantis Resort de Bahamas, Bertrand Grospellier se estrenaba como ganador la reciente incorporación del PCA al European Poker Tour.

“ElkY” era una estrella entre el reducido círculo de aficionados a los campeonatos profesionales de videojuegos. La estrella del Starcraft había sorprendido a sus fans haciendo pública su afición al poker cuando cayó frente a Magnus Petersson en el heads-up final del EPT Copenhague de 2007, que de aquella se llamaba el Scandinavian Open.

Después de jugar sus primeras WSOP y quedar último en su primera mesa final en el festival de festivales, Grospellier llegaba a Bahamas como uno de los nuevos regulares del circuito que había apadrinado a un torneo que había visto escalar imparablemente la cuantía de de sus premios en pleno boom del poker, y que prometía para el ganador de su estreno en el EPT la redonda cifra de 2 millones de dólares.

Grospellier se convertiría en el tercer y último ganador europeo del PCA, derrotando a 1.135 rivales e iniciando una carrera meteórica que le convertiría en Team Pro de la sala organizadora y le llevaría a ocupar un lugar en el top 5 de los mayores ganadores europeos de la historia, a la altura de Gus Hansen y Carlos Mortensen y los tremendos pinchazos de Peter Eastgate en el Main Event de las WSOP y de Sam Trickett en el Big One for One Drop.