Pablo Tiagonce barre el Grupo E y completa el mapa de los octavos de final

Con el reloj apretando y la presión como una losa invisible sobre cada decisión, el Grupo E cerró la fase de grupos del Poker Pro Masters con una actuación tan contundente como reveladora.
Pablo Tiagonce, implacable como una tormenta que nadie vio venir, selló un 3-0 perfecto, dejando claro que no ha venido a la Competición de las Estrellas de paseo, sino a demostrar de que pasta está hecho.
Tiagonce no solo ganó todos sus duelos, sino que lo hizo con la serenidad de quien ya ha leído el guion antes de que empiece la película.
Su diferencia de puntos: +5, una estadística que parece tan modesta como peligrosa. Sellada la clasificación, ha llegado el momento de tomarlo en serio, si es que alguien aún no lo hacía.
A su sombra, pero también con pasaje en mano para los octavos de final, Sergi Reixach, que se mantuvo fiel a su reputación aunque le costó arrancar.
Dos victorias y un tropiezo lo colocan en la siguiente ronda, con el mismo diferencial que Tiagonce (+5), aunque sin la limpieza absoluta del líder. Reixach siempre camina sigiloso, pero todos saben que bajo esa calma vive un monstruo analítico que no perdona errores.
Quien no logró el milagro fue J. Antonio Delgado, el debutante del grupo que llegó clasificado en el último satélite online.
Pese a empezar su andadura derrotando a Daniel Rodríguez, después de deshinchó, perdió los siguientes partidos y se quedó fuera del corte con un diferencial de -3. Su paso por el torneo deja sabor a oportunidad perdida, pero también a respeto ganado.
Jugó con valentía, pero aquí, en esta arena, la valentía sin precisión se queda en solo ruido.
Y en la base del grupo, Daniel Rodríguez, con un 0-3 que no necesita explicación. A veces el poker no perdona. En otras ocasiones simplemente te ignora. Fue un rodillo el que le pasó por encima y ni siquiera las cartas quisieron acompañarlo en esta edición.
Uno de los 'gallitos' del grupo se queda fuera de octavos con un rosco en su casillero de victorias.
Con estos resultados, Tiagonce y Reixach completan la lista definitiva de los 16 gladiadores que pelearán en los octavos de final. Lo que viene ya no es una competición cualquiera, es un laberinto de decisiones donde solo los más fríos, los más lúcidos y los más despiadados sobrevivirán.
El telón cae sobre la fase de grupos, pero el espectáculo —el de verdad— acaba de empezar.
¿Que enfrentamientos habrá en octavos de final?
Quizá esta sea una pregunta que todos podáis haceros, pero tranquilos, os lo explicamos.
Este año el Poker Pro Masters ha tirado una moneda al aire para dar un giro de guion a la competición. No es una moneda cualquiera, es la moneda del caos.
Para el emparejamiento de octavos se ha decidido dejar de lado el típico formato de enfrentamientos preestablecidos (1 vs 16, 2 vs 15, etc.) o sorteo puro y duro. En su lugar, se ha creado un sistema que convierte a los mejores de la fase de grupos en algo más que jugadores: ahora son depredadores con menú a la carta.
Aquí va la explicación, sin anestesia:
1. Se ordenan los 16 clasificados por rendimiento
Como se puede ver en la imagen, se ordena a los jugadores según la función que han hecho. Los primeros de grupo del 1 al 8 se han ordenado según victorias y diferencia de puntos y los segundos de grupo, del 9 al 16, también ordenados por su rendimiento.
Hasta aquí fácil, pero ahora viene lo divertido...
2. Empieza el “Draft del dolor”
Aquí viene la parte novedosa y maquiavélica:
El jugador número 1, es decir, Gerard Carbó, tiene el privilegio absoluto de elegir a su rival entre los clasificados del 9 al 16.
Así es: podrá mirar la lista, evaluarlos como si fueran cartas del FIFA y decir: “quiero jugar contra ese”.
Luego le toca al número 2: Raúl Mestre, que elegirá entre los 7 jugadores que queden en ese grupo de 9-16.
Después el 3 (Pablo Tiagonce), el 4 (Álvaro Romo), y así sucesivamente hasta el 7 (Miguel Teus), que ya sólo tendrá dos nombres entre los que elegir.
Finalmente, al número 8 (José Criado) se le asignará automáticamente el rival que quede libre del saco de los segundos de grupo. O como se diría en términos técnicos: te tocó el que nadie quiso.
¿Por qué este sistema?
Porque esto es el Poker Pro Masters y aquí no basta con ganar. Aquí también hay que saber elegir los spots, meditar bien tus próximos pasos y -por qué no- mandar un mensajito mental al rival: te elegí porque creo que puedo destruirte.
Es estrategia y psicología, pero ahora se le ha añadido un toque picante que nadie ha visto venir.
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