Olivier Busquet revisita el concepto de embajador del poker
Olivier Busquet ha vuelto a soliviantar las redes sociales. El canadiense nunca se ha visto coartado por el límite de los 140 caracteres y adora debatir a través de Twitter.
Durante la semana pasada y a lo largo de tres días, Busquet volvió a sacar a relucir uno de los temas candentes de 2014, la existencia y la relevancia de los llamados embajadores del poker y la necesidad de que los jugadores que ganan los grandes títulos de cada temporada ayuden a dar una imagen ideal de nuestro juego ante los medios.
Desde que Joe Hachem prendiera la mecha allá por enero, durante los Aussie Millions, han sido incontables las opiniones vertidas sobre el tema
La verdad es que el asunto volvió a salir a escena durante la retransmisión de la mesa final de las WSOP, y Busquet echó de menos una reflexión similar durante el Big One for One Drop. Recuerda que el ganador de este último, Dan Colman, es muy amigo de Olivier, y que su actitud ante los medios reavivó el debate en su día con gran virulencia.
El fleco en el que se ha centrado la discusión abierta por Busquet es el excesivo crédito que a su entender se le da a los jugadores que se hicieron famosos gracias a la exposición pública continua durante la época del boom del poker que siguió a la victoria de Moneymaker en el Main Event.
It genuinely shocks me that people are so convinced by the myth that certain peoples personalities played an important role in growing poker
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
Jugadores como Negreanu, Hellmuth o Esfandiari, que se ven a sí mismos como uno de los factores clave de la explosión de popularidad de nuestro juego, echan de menos que los campeones de las nuevas generaciones sigan su ejemplo.
El protagonista de esta noticia no cree que haya ejemplo alguno a seguir. El argumento de Olivier es que la razón del auge del poker fue estructural. La difusión del poker online, los satélites, el crecimiento del WPT amparado por Steven Limpscomb o la introducción de la minicámara que recogía las hole cards inventada por Henry Orenstein son las verdaderas razones del despegue. Las estrellas mediáticas llegaron después.
@AdamLoebSmall structural factors were massively more important, in any decent sample size u will have inevitably have wide range of people
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
¿Los grandes nombres del poker forjados en aquella época? Claro que cumplieron un papel, pero no por su peculiar estilo o su especial manera de vender el poker al público. Las estrellas son un reflejo en el que la audiencia se mira, eso es irrefutable, pero de no haber sido ellos, hubieran sido otros. Los productores de TV fueron los encargados de dotar de personalidad a los jugadores, no fue la personalidad de los mismos la que les llevó a protagonizar los shows de televisión.
Not saying general dynamic of having "stars" didn't contribute, saying it wasn't big & the individuals were place holders easily replaceable
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
@msalsberg in many cases it was the tv producers who turned the characters into stars, that couldve happened with so many different people
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
De hecho, al único jugador al que realmente le reconoce un impacto real en el boom del poker es al propio Chris Moneymaker, que llevó a muchos jugadores a soñar con hacerse millonarios jugando a las cartas y por una inversión mínima. Y por tener un apellido que era una bendición para los especialistas en márketing
@CMONEYMAKER I've actually given a talk about the growth of poker and the only players name that I mentioned was yours
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
Busquet, además de minimizar su influencia en las masas, pretende redefinir el concepto de “embajador” del poker. En su opinión, figuras consagradas como Phil Hellmuth han sido tanto positivas como negativas para el poker. Por cada jugador que se apunta a un torneo con la idea de conseguir tildar a Phil hay otro que no lo hace por no ser humillado en público frente a las cámaras.
Y aquellos considerados las voces más representativas del poker durante una década lo han hecho con un patrocinio detrás que les animaba a ello, y no se puede exigir lo mismo a jugadores sin ningún tipo de apoyo empresarial.
It is our responsibility to determine what "ambassadorship" means and who will assume those roles to represent our community to the public
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) noviembre 17, 2014
La suerte cumple un papel demasiado importante como para investir como representante de la comunidad a un jugador determinado por el simple hecho de haber ganado tal o cual torneo, y sería necesario definir los méritos y obligaciones asociados a ese peculiar cargo.
Entre las respuestas recibidas a favor o en contra de sus argumentos -especialmente remarcables las que intercambió con el comentarista Jesse May y el periodista Barry Carter- se cuentan varias anécdotas muy golosas.
Matt Salsberg, productor de televisión metido a profesional del poker con gran éxito, afirma por propia experiencia que el éxito de un programa depende mucho de los personajes que lo pueblan. Que se lo digan a él, que fue uno de los impulsores de Los Simpsons.
@olivierbusquet Weird you think otherwise. Characters are a key component to make or break the popularity of all TV shows.
— matt salsberg (@msalsberg) noviembre 17, 2014
Pero para Busquet, los programas de televisión en sí no son un factor a considerar en el crecimiento del poker. Si nos tenemos que fiar por lo que ocurre en España, país en que apenas son anunciados y los emiten a las 02:00 de la mañana, no sabríamos a quién anotarle el tanto, la verdad.
Si la televisión no ha sido relevante, ¿cómo podría serlo un personaje fuera del ámbito televisivo? Según la fotógrafa @melissalvla, uno de los primeros adalides del poker fue precisamente el tan denostado Phil Hellmuth, que ya se lo curraba todo lo que podía en 1999.
Él fue el primero en intentar expandir el No Limit Hold’em cuando era un formato minoritario, y viajaba a todas partes con cinco enormes teléfonos móviles desde los que contactaba con jugadores, medios y empresas alabando las bondades del formato de torneos y las posibilidades únicas que ofrecía para la televisión.
Era un hombre con una idea, una misión, para la que estaba dispuesto a abrirse paso hacia la exposición pública.
@ScurrilousMay @olivierbusquet Phil was on a mission to main stream it. way b4 online. he would talk his way onto TV to raise awareness
— melissa (@melissalvla) noviembre 17, 2014
Pero la más graciosa fue la de Halarabos Voulgaris, que replicaba a la idea de que muchos de los jugadores más conocidos hoy en día lo que tenían era que dar las gracias por estar en el momento justo en el lugar adecuado y no al contrario, y lo ilustraba con una anécdota sobre Phil Laak y Antonio Esfandiari, que estuvieron haciéndose los despistados haciendo varias veces cola para comprar entrada durante un torneo en el Foxwoods para asegurarse de que les pillaban las cámaras.
@olivierbusquet I remember P. Laak and Antonio going through the Foxwoods buy in line over and over again to make sure camera was present
— Haralabos Voulgaris (@haralabob) noviembre 17, 2014
Laak y Esfandiari ahn dado momentos gloriosos al poker televisado, pero es verdad que esa imagen prefabricada les abre las puertas a las partidas privadas de las que proviene su mayr fuente de ingresos.
Así que, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?¿El boom del poker originó las audiencias de programas como Poker After Dark o fueron los shows los que ayudaron al crecimiento de la afición por el poker?
¿Hubiera funcionado cualquiera en aquellos formatos?¿Se puede hacer una estrella de cualquier jugador que consiga logros importantes?¿No es eso lo que ha pasado con Daniel Colman?
Un tema abierto a numerosas interpretaciones y que seguro que no acabará enterrado aquí.
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