El Millionaire Maker, un torneo que cambia la vida

Este sábado se juega el primer gran evento comunitario de las World Series of Poker 2014, el Millionaire Maker, que con una entrada de 1.500$ asegura 1.000.000$ para su ganador.

Uno de los secretos a voces que convierten a las WSOP en el festival de poker más especial del año es la mezcla de grandes eventos para la élite más escogida, como el Poker Players’ Championship de 50.000$ o los High Rollers de One Drop, y torneos que alimentan los sueños de los jugadores más modestos, en particular los torneos de No Limit Hold’em del fin de semana.

Dentro de estos últimos la joya de la corona es el Millionaire Maker, que debutó en la edición de 2013 con un field de 6.343 entradas y con la victoria de un jugador desconocido proveniente de Canadá, Bill Chen, que tendrá el honor de cantar el “Shuffle up and deal” este fin de semana..

Con motivo de la segunda edición de este evento, las WSOP han recordado con el propio Chen su victoria de 2013 en la página oficial de las Series. Chen, que se dedicaba a intentar sacar adelante un restaurante mientras soñaba con hacerse profesional del poker , vio cambiar su vida por completo.

Ganar fue increíble, especialmente cuando viene acompañado con semejante cantidad de dinero. Significa encontrar una nueva libertad en tu vida, ser capaz de hacer lo que realmente quieres hacer. Eso es lo que ganar ese brazalete me consiguió.

Bill pudo trasladarse a California, cerca de donde vivía su pareja, y supo gestionar su dinero. Por fin se pudo dedicar a jugar al poker como modo de vida, pero respetando los niveles en los que se movía antes del triunfo. Además efectuó pequeñas inversiones y limitó sus caprichos a comprar un reloj y jugar el Little One for One Drop.

Fue grandioso jugar el One Drop contra todos esos grandes jugadores. Ese fue uno de mis mejores recuerdos, ya que nunco lo podría haber jugado de ganar el Millionaire Maker.

Rememorando el torneo en sí, Chen demostró que los torneos no se ganan en el primer día, ni siquiera al primer intento. La jornada inaugural del Millionaire Maker se juega en dos tandas, una empieza a las 11 de la mañana y todo el que queda eliminado se puede reincorporar al “día 1B”, que se juega a partir de las 17:00.

Chen no duró mucho por la mañana, decidió echar la siesta sin sentirse demasiado convencido de intentarlo de nuevo y se decidió a toda prisa cuando se despertó a las siete. Pasó al día 2 por debajo de la media.

El momento clave de su victoria fue una mano en la que fue all-in con KJ en zona de robo con la idea de robar las ciegas y le bajaron AA. El primer rey apareció en el flop y el que le daba el trío en el river, cuando ya estaba de pie y casi tomando el camino de la salida.

Aquel fue el mayor badbeat de todos, aunque hubo uno muy importante también en la mesa final, pero la mayor parte del tiempo no hubo que recurrir a la suerte. Mi suerte fue caer en mesas buenas durante la mayor parte del tiempo. Esto sí que tiene una importancia crítica en un torneo, el sorteo de mesas.

Supersticioso, Chen fue avanzando jornadas y yendo a cenar al mismo restaurante cada vez, pidiendo el mismo menú. Su novia no quiso asistir a la final por no romper su rutina. Una vez en la mesa final, volvió a necesitar un rey para ganar con KQ contra AQ.

Los bad beats van a estar ahí y te vas a encontrar a ambos lados de la balanza. Hay que aceptarlo y solo puedes esperar que cuando te toque a ti te queden fichas para seguir jugando.

Este sábado, otra nueva muchedumbre proveniente de todas partes del mundo buscarán ponerse en el pellejo de Bill Chen y ver cambiar su vida gracias a un premio millonario. El campeón vigente se despide con un consejo.

Te pasan un montón de cosas por la cabeza mientras transcurren las jornadas, especialmente en fields tan grandes como ese, pero todo viene a reducirse a no forzar las cosas. Escoger tus momentos. Sé paciente. Deja que las cosas vengan a ti.