Masajistas, un oficio proscrito por el poker francés

Para los que con cierta regularidad nos movemos por los circuitos presenciales, se nos ha hecho ya habitual convivir con la figura de las masajistas, las cuales intentan hacer un poco más llevaderas las largas horas que algunos jugadores pasan en las mesas de poker.

Para algunos jugadores, esto es de gran importancia. El cuello, la espalda, los brazos, son zonas que pueden llegar a sufrir mucho a lo largo de un torneo de poker, y por eso es fácil encontrar servicios de masajes en la gran mayoría de poker rooms del mundo.

Pero no en todas, ya que estos días, con motivo de las WSOPE que se están celebrando cerca de París, hemos sabido que en Francia, las masajistas tienen prohibido ofrecer sus servicios a pie de mesa.

Maeva Taranne, una de las masajistas que está trabajando estos días en las WSOPE, así lo confirmaba en una conversación con Pokerlistings.com.

Se nos trata bien en el resto de países, excepto aquí, en Francia.

La ley francesa decidió que teníamos que estar fuera de las mesas, ya que consideran que podemos ver las cartas de los jugadores y perjudicarlos. Ya ha ocurrido algún escándalo de este tipo.

Por lo visto, el estamento regulador francés que decidió aplicar esta decisión, se basa en casos como el que involucró a Ali Tekintamgac, ganador del WPT Barcelona 2010, que fue descalificado de la mesa final del Partouche Poker Tour del mismo año por hacer uso de falsos reporteros que mediante señas, le indicaban las cartas de sus rivales.

Las masajistas, acostumbradas a estar cerca de los jugadores mientras realizan su trabajo, pueden ver con cierta facilidad las cartas de éstos, pero según Duhamel, la solución es mucho más sencilla que prohibir este servicio.

Cuando juegas a cartas durante periodos de más de 12 horas, acabas teniendo problemas de espalda. Es muy triste que tengan que prohibir a las masajistas a pie de mesa.

¿Que las chicas pueden ver las cartas? Claro, es uno de los riesgos, pero en tu mano está proteger bien tus cartas y asegurarte de que nadie más pueda verlas.