La maldición de Chris Moorman

La cruzada emprendida por Chris Moorman en busca de su primer brazalete -...o trofeo, o foto con el cheque o básicamente cualquier otro símbolo de victoria en los casinos- sigue siendo una causa perdida.

Atrás quedan los tiempos en que al nick “moorman1”, gran dominador de los torneos multimesa más duros de la red en su época, aún eramos incapaces de ponerle cara.

Ahora es un asiduo en el circuito internacional. La falta de un primer puesto de relumbrón en su extenso currículum no impide que se acerque ya a los tres millones de dólares en premios en sus andanzas por las mesas físicas, así que podemos descartar la torpeza o la falta de adaptación al nuevo medio ambiente.

Sólo queda una explicación, un mal de ojo. Y cuando solo queda una posibilidad, como escribía Conan Doyle, por improbable que sea, esa debe ser la respuesta.

El último escenario de su desdicha ha sido el PokerStars UKIPT Online Main Event. Esta edición especial del United Kingdom and Ireland Poker Tour se jugó desde los ordenadores personales de los participantes y se detuvo al conocer la mesa final, para luego trasladar la partida a los tapetes de fieltro en la ciudad inglesa de Bristol.

Moorman se plantó en el heads-up final contra Wojtek Barzantny que, después de una prolongada pelea, volvió a dejar compuesto y sin título a su rival.

Un nuevo segundo puesto que sumar al del Main Event de las WSOP Europe 2011 y al del evento de 10.000$ 6-max de las WSOP 2011.

El único buen recuerdo de un croupier que tiene Moorman es el del joven español que le repartió cartas en el paralelo 8-max del EPT de Madrid de este pasado marzo. Suponemos que ese triunfo le quitó algo de ansiedad, pero no quita para que la caza de un evento principal del circuito internacional siga siendo el deporte más frustrante que ha practicado Chris Moorman en su vida.