Leo Margets, una embajadora del poker en Supervivientes
Leo Margets hará por enésima vez sus maletas, esta vez con destino a Honduras, adonde le lleva la firme convicción de ser la mejor embajadora que el poker español se hubiera atrevido a soñar en un marco cuanto menos sorprendente, el del concurso “Supervivientes”.
Recién inaugurada la treintena, viajera por devoción y obligación, menuda, locuaz, de risa fácil y contagiosa y de apariencia a simple vista frágil, muchos dudarán de si la catalana podrá trasladar todo el encanto y el carisma que ha desplegado en los platós junto a Andreu Buenafuente o Susanna Griso a las playas y selvas del reality más exigente de la televisión.
Pues que se preparen los escépticos, porque a Leo le sobran cualidades, preparación y ganas para ganar, que es el único objetivo que cabe en su mente a la hora de competir.
Viniendo de Cataluña y apellidándose Margets, la pequeña Leo estaba destinada a ser deportista. En vez de la tierra batida y la raqueta, herramientas asociadas a su apellido desde hace generaciones y que han llevado a su padre Joan a la directiva de la Federación Internacional de Tenis, Leo se decantó por esfuerzos más extremos: natación de larga distancia, carreras de fondo, triatlón...
La primera sorpresa que se van a encontrar los variopintos compañeros de aventura que le han buscado en Telecinco va a ser la superioridad física y la capacidad de sufrimiento de una maratoniana de corazón, resistencia que pondrá a prueba con la victoria final como única satisfacción posible.
Además, Leo ha cultivado unas excelentes habilidades sociales, desarrolladas durante sus estancias en Estados Unidos, Australia o el Reino Unido, donde estudió Económicas y donde reside actualmente. Parte de su trabajo como profesional del poker consiste en viajar de un lado a otro del planeta, dispuesta a utilizar su sonrisa y buena disposición como escaparate de una actividad normalmente relacionada con una imagen mucho menos atractiva.
El poker es su vida, su pasión y el escenario perfecto donde conjugar todo lo trabajado y aprendido hasta ahora: exigentes sesiones que ponen a prueba la resistencia física y la capacidad mental de un jugador a partes iguales, y donde las cualidades que más ayudan a despuntar son el liderazgo, la sociabilidad y ser un buen estratega.
Leo llegó al poker por casualidad, cuando una cita primeriza decidió que era más apetecible jugar un torneo que tomarse una copa con ella. Picada en su orgullo decidió ver qué era eso tan interesante, y no tardó mucho en desarrollar una afición que le llevó a buscar un hueco en la industria como especialista en márketing y posteriormente en las mesas.
En cambio, a “Supervivientes” no le lleva la casualidad, sino la convicción de que no hay mayor reto personal que enfrentarse a la naturaleza y a la vez intentar derrumbar de una vez por todas los inevitables estereotipos que aún están firmemente enraizados en el público cuando se habla de su profesión.
Estereotipos como el que pretende limitar al poker a ser un juego para hombres y que Leo echó por tierra al convertirse en la mujer que más lejos llegó en el Campeonato del Mundo de Poker, el Main Event de las WSOP 2009, a la vez que conseguía el segundo mejor resultado histórico de un jugador español en el mejor torneo del planeta, solo superado por Carlos Mortensen, campeón en 2001 y 10º en 2013.
Desde entonces, Leo vuela detrás de una baraja de ciudad en ciudad, de torneo en torneo, para mostrar la realidad un juego que ha dejado hace décadas los tugurios para pisar las alfombras de los casinos y hoteles más exclusivos del mundo, como el Palacio Imperial de Hofburg en el que se jugará el próximo European Poker Tour de Viena.
Ella ha preferido cambiar el salón de baile de los emperadores austriacos por la selva centroamericana, y eso no puede ocurrir por capricho. Tenlo por seguro, Leo te va a sorprender.
Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.
¿Quieres participar?
Es fácil y no te costará nada
¡únete a Poker-Red!