El jefe de marketing de Full Tilt Poker presenta su renuncia

Lothar Rentschler, el ejecutivo de mayor rango del departamento de marketing de Full Tilt, anunció que dejará su puesto el próximo 13 de septiembre.

QuadJacks.com lograba acceder a un e-mail enviado por el propio Rentschler a diversas compañías. En este escrito, Rentschler pedía disculpas por cualquier problema que puedan haber causado a las compañías o a los destinatarios del correo las actuales circunstancias que rodean a Pocket Kings, una de las empresas que gestiona Full Tilt Poker.

Añadía al texto de disculpa diversos comentarios acerca de su situación personal en la compañía.

En marketing teníamos las manos atadas y al final incluso cesó toda comunicación. De nuevo, solo puedo pedir disculpas por la situación. Esperemos que en el futuro veamos una mejor y bien organizada estructura y una vuelta al negocio habitual. Ver ir cuesta abajo una marca como FTP duele mucho.

Our hands in Marketing were bound and at the end even every communication was stopped. Again, I can only apologize for this situation. The future will hopefully see a better, well organized structure and a return to business as usual. To see the brand FTP going down that way, hurts a lot.

Como todas las noticias que rodean a Full Tilt Poker, a causa del silencio autoimpuesto por la empresa, esta dimisión se presta a varias lecturas.

Es bien sabido que la plantilla de Pocket Kings ha sufrido un goteo de abandonos de los profesionales con mejor preparación. Muchos han terminado en Paddy Power Poker, que cuenta entre sus ejecutivos con varios antiguos trabajadores del grupo de empresas de Full Tilt. Estos contactos facilitan a los trabajadores del grupo de Full Tilt la posibilidad de encontrar un nuevo trabajo en Paddy Power.

Otra lectura sería que la dimisión del jefe de marketing sería una muestra de que la progresiva desintegración de la compañía empieza a alcanzar las altas esferas.

Tampoco sería extraño que el directivo alemán que consiguió llevar a Full Tilt a una posición envidiable en el mercado de las salas de poker, y que tenía en su currículo etapas en otras empresas como Bacardi, haya conseguido un trabajo con mejores condiciones en cualquier otro lugar.

Rozando el colmo del optimismo, hay quien quiere ver en este movimiento de personal el comienzo de la reestructuración que Rentschler parece anunciar en su correo, planeada y ejecutada por el inversor anónimo que estaría cerca de cerrar la compra de Full Tilt.

Por desgracia, los últimos rumores y noticias rezuman pesimismo.

• La finalización del plazo de negociación exclusiva entre Full Tilt y su inversor anónimo sin que haya noticias al respecto.
• La presentación de una segunda demanda de clase por parte de dos jugadores canadienses.
• El hecho de que varios jugadores y empresas nombrados en la primera de las demandas de clase buscan ser retirados de la misma, demanda que se suponía podría retirarse si la negociación exclusiva llegara a buen puerto, justo el plazo de exclusividad termina...
• Harry Demetriou, jugador inglés que nos traía esperanzadoras noticias la semana pasada, ha expresado en 2+2 que la finalización del plazo de negociación exclusiva ha provocado que desde FTP se haya solicitado a sus "amigos" que intenten buscar nuevos inversores lo antes posible.
• También según Demetriou, la Comisión de Alderney sólo estaría dispuesta a reinstaurar la licencia de Full Tilt si se garantizan los fondos suficientes para pagar a los jugadores, que rondarían los 300 millones de dólares.

Con todo esto, parece que un acuerdo de inversión en Full Tilt debería superar los 350 millones de dólares y el grupo inversor que poseía derechos exclusivos no tendría nada clara la operación.

La inversión de fondos necesaria en Full Tilt Poker habría alcanzado ya una cantidad superior al valor que pueda tener la compañía en este momento y no deja de crecer día a día, debido a los gastos de personal y de gestión corriente. Puede que la situación haya alcanzado el punto de no retorno.

Tres semanas quedan para la reunión con la comisión reguladora. Ese es el plazo límite para que alguna noticia nos pueda sacar del estado de pesimismo que flota en el ambiente.