Jean-Robert Bellande aparca el camión de sal en la puerta del Aria

Seguramente si nos propusiéramos escribir un libro sobre “bad-beats”, bastaría con coger papel y boli durante los descansos de un torneo para tener anotaciones suficientes como para redactar, por lo menos, un primer fascículo.

Los “bad-beats” son la “salsa” de este juego, algo con lo que hay que saber lidiar, aunque a nadie le guste sufrirlos.

No somos especialmente dados a enfatizarlos muy a menudo, ya que entendemos que es algo que forma parte intrínseca del poker, sin embargo, hay algunos que llaman especialmente la atención ante los que no podemos evitar fijarnos.

El protagonista de esta historia es Jean-Robert Bellande, quien recordemos será uno de los jugadores que ya ha confirmado su participación en The Big One for One Drop, y que estos días está dedicándose más a las mesas de cash que participar en los distintos eventos de las WSOP.

Fue en una de esas mesas, concretamente en la Ivey’s Room del Aria donde se juegan partidas de límites astronómicos, donde Jean-Robert sufrió este “bad-beat” que venimos a contar. Lo reportó a través de Twitter donde adjuntó una imagen, algo que a veces vale más que mil palabras.

A primer golpe de vista podemos observar los stacks que en esas mesa se mueven. Cantidades astronómicas y un bote que debía rondar los 200.000$.

Todo apuntaba a que con  QsJs en un board  5s6sTs8c Bellande se llevaría todo o casi todo el bote. Él y su rival decidieron tirar el river tres veces, algo habitual en las partidas americanas de cash. Poco podía imaginar lo que a continuación ocurriría.

Su rival presentó trucha de cincos con  5c5h. El primer river trajo el  8s, una pica que no le valía dando full a su rival. El segundo river fue un  5d que daba “quads” a su oponente. Ya solo podía salvar una tercera parte del bote, pero cuál fue su sorpresa cuando vio aparecer el  8h en el tercer river, lo que volvía a dar full a su rival y por lo tanto el bote íntegro.

Tremenda dosis de mala fortuna para el televisivo jugador americano que en unos días participará el el torneo del millón de dólares.

Por el bien de sus inversores, más vale que con esta mano haya agotado el “salitre” si quiere conseguir algo positivo en The Big One for One Drop.