“Isildur1” se convierte en el pimpampum de las high stakes

La sensación que el público acostumbrado a seguir las evoluciones de las high stakes sintió ayer viendo a Viktor Blom fue similar al que producen los combates de boxeo en los que el árbitro no se acaba de decidir a parar un combate terriblemente desequilibrado.

“Isildur1” probó todos los terrenos y todos los formatos durante 3.220 interminables manos. Le llevó 13 horas completarlas, y fue al final, cuando el cansancio se sumó a la frustración, cuando se acumularon la mayor parte de sus pérdidas, unos 670.000$.

El vía crucis empezó en Full Tilt Poker. Allí, Blom fue intercalando partidas de 2-7 Triple Draw con mesas de juegos mixtos a un ritmo comedido y sin grandes sobresaltos. 

El momento álgido de esta primera fase fue un mesa de 8-Game 300$/600$, en la que Blom se rodeó de clásicos como Alexander Kostrytsin “PostFlopAction”, “Trueteller” o Jean Robert Bellande, que le sacaron cerca de 100.000$. Picando de aquí y allá, parecía que Viktor iba a cerrar el día con un decepcionante pero manejable resultado de unos 60.000$ abajo.

Pero la tarde era joven y Blom se encontró ante un reto interesante y potencialmente provechoso: la oportunidad de sentarse cara a cara con Phil Ivey en el nivel más caro de los juegos mixtos, 1000$/2000$.

Jugaron 259 manos en el lapso de tres horas, y Ivey le procuró al sueco un correctivo del orden del cuarto de millón de dólares. 

Un viejo conocido de “Isildur1” reconoció una oportunidad de oro para caer encima de un enemigo tocado y consiguió convencerle para cambiar radicalmente de escenario y jugar Pot Limit Omaha 250$/500$ en otra sala. Los más avezados de nuestros lectores saben que hay un jugador que encaja a la perfección en el retrato, Ben Tollerene “Ben86”. 

El estadounidense empezó la labor de derribo a dos mesas, y en una hora le había sacado ya 200.000$ al sueco. Tollerene olió sangre y aceptó abrir una mesa más, pero un jugador como Blom es si cabe más peligroso cuando está herido, y consiguió remontar el resultado y amenazar con hacerle pagar a Ben el destrozo previo que le hizo Ivey.

Si hubiera cortado ahí la partida, Blom habría salvado la cara de la sesión, fuera del varapalo que le dio Phil, pero abrió una nueva tanda de tres mesas en las que se hundió definitivamente. Al final, Tollerene le hizo mucho más daño aún que Ivey, acabó con el líquido de Blom en una de las mesas y obligó al sueco a escribir un lacónico “gg” y batirse en retirada.

Se corta así por enésima vez una ligera racha positiva de Blom, que no perdía una sesión casi desde el viernes. El ciclo vital de Viktor completa una vuelta más, y tanto los railbirds como los rivales nos quedamos a la expectativa de cuándo comenzará la siguiente tanda.