High stakes

Isaac Haxton acude al rescate de Isildur1

Antonio Romero | 30/07/13
Isaac Haxton acude al rescate de Isildur1
La aparición de Isaac Haxton evita que Viktor Blom devuelva buena parte de lo ganado en la impresionante sesión del domingo, aunque no impide que la factura llegue casi al medio millón de dólares.

La resaca de la sesión dominguera en la que ganó 1.300.000$ casi le cuesta a Viktor Blom “Isildur1” un serio varapalo y lo que es peor, un buen mordisco a su cajero. Menos mal que llegó Isaac Haxton "luvtheWNBA" y lo dejó todo simplemente en un disgusto.

Si quisiéramos adaptar lo que pasó ayer en las high stakes al refranero, diríamos que quién a Omaha mata, a Omaha muere. O que lo que el Omaha te da, el Omaha te lo quita.

Buena parte de lo ganado el domingo por el sueco provenía de las mesas de Limit Omaha Hi-Lo 2.000$/4.000. Y allí se volvió a dirigir en busca de “SallyWoo” y Kyle Ray “KPR16”, mientras a la vez jugaba No Limit Hold'em 400$/800$ contra Alexander Millar “IReadyrSoul”y “Denoking”.

“Isildur1” empezó a acumular pérdidas a un ritmo escalofriante, 75.000$ en No Limit Hold'em y casi 300.000$ en Omaha, donde “SallyWoo” consiguió dejarle el cajero a cero.

Blom echó mano de las ganancias retiradas y volvió dos horas después a seguir dando guerra en el lobby de las cuatro cartas, donde lo único que consiguió fue quemar 250.000$ más.

Esta nueva busteada significó un nuevo periodo de reflexión de dos horas, tras el que se olvidó definitivamente del Omaha Hi-Lo. Ahora le estaba esperando Isaac Haxton para reanudar el duelo de pushes en las mesas CAP de No Limit Hold'em 500/1.000$.

Gracias a Ike, “Isildur1” recuperó más de 375.000$, que habrían maquillado mucho sus números de la jornada si no hubiera cerrado el día con una nueva visita a la costosa partida de No Limit Hold'em 400$/800$ y no hubiera perdido otros 150.000$ jugando en Pot Limit Omaha CAP 500$/1.000$ contra Ben Tollerene “Bttech86”.

El único rayo de sol que supuso la paliza a Ike Haxton contuvo las pérdidas de “Isildur1” por debajo del medio millón de dólares, o como diría el propio Ike, 16 coches empujados a un barranco, uno tras otro y pagados en mano.

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