Howard Lederer habla sobre ética en los negocios

La página Big Think se jacta de surtir a sus lectores de ideas, lecciones, historias y consejos de expertos de todo el mundo. La prestigiosa revista Time Magazine la nombro la mejor página de noticias e información de 2011.

Esta semana, dicha página ha añadido a su videoteca diversos vídeos en los que Howard Lederer, uno de los máximos responsables del fiasco de Full Tilt, y su hermana Annie Duke, cabeza de cartel  en el fallido proyecto de la Epic Poker League, abordan diversos temas con títulos tan sugerentes como “Negocios Arriesgados”, “Negociando” o “En el poker, farolea. En los negocios, esconde”.

El que puede resultar más escandaloso, con diferencia, es el siguiente. Se llama “Ética en los negocios”. El mérito del hallazgo es de PokerUpdate.

Te proponemos un juego. Si sabes algo de inglés, escucha la primera frase de Howard Lederer, pausa la reproducción y lee el siguiente párrafo. Si no, no te preocupes, que te lo contamos más abajo.

Una cosa que todos tenemos muy clara en el mundo del poker es que sólo tenemos nuestra buena reputación.

Manda narices. Y ojito, que este es el tono de todo el video. ¿Nos has hecho caso, has colaborado en nuestro jueguecito? Y, ¿qué tal?¿Notas alguno de los efectos secundarios de los que avisábamos en el subtítulo de la portada? Tranquilo, no requieres atención médica, pero quizá debas prepararte una manzanilla para asentar el estómago y seguir viendo esto.

Ya puedes continuar.

Howard no baja el ritmo, y justo despúes suelta con toda la alegría.

No puedes pedir prestado un montón de dinero y después decir -Lo siento, no tengo dinero... No puedes hacer eso en este negocio. La gente siempre recuerda que tu fuiste ese tipo que estafó a todo el mundo y nunca devolvió el dinero.

Sabias palabras. Grábatelas a fuego. El torrente de conocimiento sigue fluyendo de boca de Howard.

El mejor consejo que me han dado sobre el mundo del poker es: la honestidad es la mejor manera de jugar con ventaja.

Más tarde habla de su propia percepción del mundo de los negocios gracias a su calidad de jugador de poker.

Como jugador de poker, cuando me siento en una mesa a negociar, soy muy consciente de las reglas que rigen esa situación, y si el engaño no es parte de ese juego -es decir, verdadero engaño,  mentir acerca de tus capacidades o de tu capacidad de pagar por cierta parte del servicio- que nunca lo es, pues nunca lo llevas a la mesa. No quieres ser deshonesto. Creo que esta idea está incluso más instalada en un jugador de poker que en un hombre de negocios.

No se necesitan más comentarios, ¿no?