Howard Lederer da su versión del fiasco Full Tilt Poker
Tras haberse completado la venta de Full Tilt Poker a PokerStars, Howard Lederer ha considerado que era el momento para salir a la luz pública y dar su punto de vista sobre cómo el auge y caída de Full Tilt Poker.
Perteneciente al grupo de propietarios fundadores de la sala, gestor de la misma -al menos durante los primeros años- y otrora considerado como la persona más influyente del mundo del poker, Lederer, a quien el DoJ sigue teniendo en su punto de mira, ha hablado en exclusiva para PokerNews que desgranará en una serie de episodios una extensa entrevista en vídeo de la PokerNews España ha traducido sus partes principales.
En la primera parte -la única que he podido ver por el momento- Lederer habla de los comienzos de la sala, cuya primera junta directiva estaba compuesta por Ray Bitar, Chris Ferguson, Perry Friedman, Phil Ivey y el propio Lederer que reunieron 700.000$ para comenzar el desarrollo del software y del proyecto general. Al parecer, Ivey no tenía ni la más mínima intención de atender a las tareas que requieren el gobierno de una empresa y poco después salió de la junta manteniendo su parte de la compañía.
Lederer perfila en esta primera entrega la argumentación de su papel en el mayor fiasco de la historia del poker online, que vendría a ser la siguiente: nos juntamos un grupo de gente para crear una empresa, nadie tenía demasiadas ganas de ejercer funciones de gestión, yo lo hice durante los primeros años, después la empresa creció demasiado, todo se descontroló un poco, Ray Bitar no era seguramente un buen gestor y, sobre todo... yo no tenía nada que ver con la parte financiera del negocio; simplemente me fiaba de los balances que me enseñaban.
Quizás una de las partes más interesantes llega a la hora de dibujar el perfil de Ray Bitar como gestor. El entrevistador esgrime la definición que un antiguo empleado hacía de Bitar, describiéndolo como “Inexperto, sin formación, sin capacidad de liderazgo y básicamente analfabeto”, para cuestionar a Lederer sobre si en ese momento pensaba que estaba capacitado para dirigir la empresa. Su respuesta es devastadora.
¿Capacitado? No en un sentido tradicional, seguro. Sé que tenía pasión por la compañía. ¿Tenía algún tipo de máster MBA? Pues no, seguro que no. ¿Tenía formación académica? ¿Traía consigo mucha experiencia? No... Seguramente no estaba capacitado. Era uno de los propietarios, tenía un porcentaje como inversor y fue esencialmente Chris [Ferguson] quien le trajo para dirigir la compañía. Era amigo de Chris y creo que en muchas áreas hizo un buen trabajo. A mucha gente le gustaba y a otros muchos no.
Entre los que desconfiaban de las capacidades de Bitar para dirigir la nave estaba John Juanda, que entró como inversor en las siguientes ampliaciones de capital. En 2006, Perry Friedman, otro de los descontentos con Bitar, emprendió una cruzada para tratar de desalojarle de la dirección -según los estatutos de la compañía necesitaban 2/3 de los votos de la junta directiva- pero no pudo conseguirlo.
Lederer continúa afirmando que hasta la primavera de 2007 Full Tilt no repartió beneficios entre sus propietarios y que todo se reinvertía en una compañía que crecía muy rápidamente. En aquel primer reparto, que contó con el voto negativo de Chris Ferguson ya que pensaba que aquello debilitaría la empresa y abogaba por seguir reinvirtiendo, se entregaron “20 o 30 millones de dólares”. Lederer retrata a Ferguson como un tipo absolutamente despreocupado por el dinero, que vive en un barrio normal de Las Vegas, que su mayor derroche es “comprarse un buen sombrero” y que veía Full Tilt Poker como “su bebé”.
Recordemos, como señala el entrevistador para introducir el tema del reparto de dividendos, que el Departamento de Justicia señala que la dirección de Full Tilt Poker repartió más de 443 millones de dólares entre sus propietarios incluso cuando la situación financiera de la sala ya era insostenible.
Posteriormente se aborda el tema de la gestión financiera y Lederer se escuda en que no era su área de trabajo (él se ocupaba de los aspectos de marketing interno, del desarrollo del producto y de las promociones) y que simplemente se fiaba de los balances que se presentaban. También explica que la operativa con fondos segregados, separando el dinero de los jugadores del utilizado para la compañía, no era un estándar en la industria en aquel momento; no era algo de lo que se hablara.
Cuando la compañía se trasladó de Los Ángeles a Dublín, Lederer explica que comenzó a perder el contacto directo con la gestión de la misma. Full Tilt se había vuelto demasiado grande para él, estaba en otro país y todo se volvió más extraño.
Seguiremos con atención las siguientes entregas de los Lederer Files.
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