La historia de Brad Booth
Parte de la primera hornada de jugadores de high stakes en Internet jugaban en Ultimate Bet. En aquellos tiempos, Prahlad Friedman era el dominador absoluto de las mesas más caras y junto a él, varios jugadores más lograron construir bankrolls millonarios en esa sala.
Uno de esos jugadores era un canadiense llamado Brad Booth. El conocido como “yukonbrad” vivió su momento de mayor gloria en su aparición en la tercera temporada de High Stakes Poker y su recordado enfrentamiento con Phil Ivey.
Toda su carrera se vino abajo con el escándalo de los “superusuarios” de Ultimate Bet. Russ Hamilton y Greg Pierson utilizaron una herramienta que le permitía ver las cartas de sus rivales para hacer trampas. Jugadores como Friedman, Mike Matusow o Brad Booth perdieron millones de dólares.
El caso del canadiense fue uno de los más sangrantes. Recurrió a cambios de cuenta, a transferir dinero a amigos para jugar con sus nicks para evitar la maldición que pensaba que le estaba afectando y, una vez perdido todo, se metió en deudas.
Se cambió de sala pero la confianza en su juego se había evaporado. Cavó más hondo el pozo en que se había metido intentando recuperarse en las apuestas deportivas y su reputación en Vancouver está por los suelos debido a préstamos impagados y deudas en las partidas privadas.
En un podcast emitido en marzo de 2011 reconocía que tenía que cubrir aún unas deudas de 120.000$ antes de siquiera empezar a pensar en cómo hacer frente a las relacionadas con el poker.
El mes pasado, Brad Booth y siete jugadores más pusieron una demanda para reclamar la devolución de diez millones de dólares.
El escándalo UB nunca se cerró a satisfacción de sus usuarios. Muchos jugadores recibieron compensaciones, pero estas no cubrían ni de lejos el monto de lo estafado. Russ Hamilton no ha afrontado ninguna pena por lo que hizo y sigue dejándose ver en Las Vegas. Los profesionales patrocinados por la sala, Annie Duke y Phil Hellmuth, fueron acusados de hacer la vista gorda por las generosas nóminas que les ofrecían y seguir publicitando y defendiendo a UB, para luego desentenderse del amaño.
El último episodio de la batalla de Booth contra su pasado, su frustración y la gente que acabó con su carrera, ha sido una serie de Tweets en los que Brad amenaza con desvelar quién sabe qué, quizá detalles incriminatorios sobre la relación de Phil Hellmuth con la estafa.
Tengo que hablar con usted ahora mismo, Mr Hellmuth. Es su última oportunidad de ponerse en contacto conmigo. Espero tener noticias suyas en 24 horas.
Phil no respondió y Brad dio el asunto por zanjado con una expresión que hace referencia a que ya no hay vuelta atrás.
Demasiado tarde, el hacha ya está en el coche.
La reacción en los foros que destaparon el asunto de los superusuarios no se hizo esperar y se le demandó a Booth que si tiene algo que decir, debería hacerlo. Las últimas noticias que se tienen de Booth se recogen en este post en TwoPlusTwo.
He hablado con el p*** Russ Hamilton en los últimos dos días. Ha sido muy duro intercambiar mensajes con el tipo que j**** totalmente mi carrera, me sentí como hablando con mi asesino.
Este es un asunto muy delicado para mí y para otros afectados por el escándalo, por favor, sed pacientes, necesito estar seguro de que no muerdo más de lo que puedo masticar.
No esperaba tener noticias de Russ, y me he quedado un poco desencajado. Se suponía que nos íbamos a encontrar cara a cara y se echó atrás a última hora.
También he tenido una conversación de 45 minutos con Phil Hellmuth la otra noche. Creo que tiene cosas que explicar y le debe una respuesta a la comunidad del poker.
El propio Booth quiso refrendar y explicar su post en este video grabado por él mismo.
El punto más interesante de la grabación viene al final, donde reconoce que no tiene pruebas de ningún tipo contra Hellmuth.
Nunca he pensado que Phil Hellmuth tuviera nada que ver ni que estuviera detrás del tema de los superusuarios. Sin embargo, hay cosas que debe explicar a la comunidad del poker y que nunca ha mencionado en ninguna entrevista.
A partir de aquí, el silencio. Nadie sabe qué ha ocurrido, si han llegado a un acuerdo para que Brad no hable, si era la frustración hablando por boca del jugador o si el asunto ha tomado un cauce más privado con posibilidad de que estalle en un futuro. Lo importante es que este tipo de escándalos, tan dañinos, se resuelvan y tengan consecuencias para las personas involucradas en ellos, por el bien de la comunidad.
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