Guy Laliberté, de artista callejero a creador del Big One for One Drop

Nos situamos en 1983, un joven Guy Laliberté se gana la vida a sus 24 años como acordeonista y titiritero, con ingresos moderados, en su ciudad natal, Quebec.

Artista callejero desde finales de los años 70, cuando decidió dejar la universidad, Guy obtuvo un préstamo de un millón y medio de dólares por parte del Gobierno de Quebec para montar un espectáculo por el 450º aniversario del descubrimiento de Canadá. Un préstamo que daría un giro radical a su vida.

Guy presentó junto con una banda de artistas callejeros "Le Grand Tour du Cirque du Soleil", un proyecto que cosechó un gran éxito y que acabó convirtiéndose en el origen de una de las compañías circenses más lucrativas y populares del mundo.

La empresa catapultó al canadiense, llegando a alcanzar la posición 261 de la lista Forbes entre las personas más ricas del mundo en 2009. C​ompañía de la que vendería el 90% por 1.500 millones de dólares en 2015 (valorada en 2.000 millones de dólares en ese momento),  pero conservando, además del 10% restante, el puesto de director creativo y ejecutivo.

Tengo el mejor trabajo del mundo”

Tras el éxito de su empresa, con el bolsillo lleno y siendo una persona a la que le apasionan las grandes ideas, los retos imposibles y hacer cosas que nadie haya hecho, no es de extrañar que su vida sea un catálogo envidiable de experiencias vitales y que decidiese dedicar su tiempo a sus grandes aficiones, como el poker.

Como su segundo gran sueño. Laliberté compró una pequeña isla en la Polinesia francesa y la convirtió en un resort de lujo. El lugar se llama Nukutepipi, y sus 2,3 km cuadrados de tierra rodeada por el Océano Pacífico, se alquilan por 1.000.000$ semanales a grupos de 50 personas.

Otro ejemplo es el año 2009, cuando pagó 35 millones de dólares para convertirse en el séptimo turista espacial de la historia. La experiencia le permitió pasar 10 días en la Estación Espacial Internacional y el billonario canadiense aprovechó la oportunidad para concienciar al mundo sobre los problemas relacionados con el agua y promocionar el 25 aniversario del Circo del Sol.

Sí, quiero ser el primer payaso en el cosmos y también llamar la atención de la gente sobre el problema del agua

Cuando hablamos de Guy Laliberté, la idea del multimillonario avaricioso que vive obsesionado por incrementar su fortuna cae por su propio peso. Si bien es un hombre muy inteligente y con una visión clara en el mundo de los negocios, a Laliberté le encanta disfrutar y vivir experiencias, por eso, no es raro que se haya visto involucrado en diferentes polémicas.

Son famosas sus fiestas privadas en las mansiones de Ibiza y Montreal con invitados de lujo de primer nivel y en las que "todo estaba permitido, se acababan convirtiendo en auténticas orgías", según el periodista Ian Harpelin. También tiene un proceso judicial por cultivar marihuana en su isla privada. Se enfrenta a 10 años de prisión. Según sus abogados, utilizaba el cannabis con fines médicos y estrictamente personales, a pesar de contar con la documentación necesaria para poder plantar y consumir en Canadá, no es valida en Francia.

Sus apariciones en el mundo del poker han sido constantes a lo largo de los años, Guy ha sido asociado con seis cuentas online. Para muchos es uno de los grandes responsables de mantener la liquidez en las High Stakes durante la época dorada del poker online, pues es el mayor perdedor en la historia de los tapetes virtuales, acumulando un total de 31 millones de dolares en pérdidas entre todos sus nicks hasta 2011, cuando se dejó de tener acceso a los resultados en las mesas de cash games. Su modalidad favorita según el registro es el Pot Limit Omaha.

Laliberté, en una entrevista para Le Journal de Montréal, acusó gravemente a los jugadores contra los que se enfrentó de hacer colusión y de jugar con dinero de Full Tilt, aunque nunca quiso dar sus nombres públicamente.

 Todo el tiempo iban all in contra mí, hasta que se quedaban sin dinero, porque no era suyo. Es como si imprimieran el dinero para jugárselo una, dos, tres veces… Yo era un idiota.

La versión de Haralabos Voulgaris es bien distinta, considera que Guy es

una persona con mucho ego que se siente avergonzado por haber perdido una fortuna y ahora quiere salvar la cara. Guy era básicamente un gran perdedor desde el primer día que empezó a jugar en Full Tilt. Esos tipos no jugaban con dinero imaginario sin límite, sino que lo hacían en su mayor parte con el dinero de Guy, mientras sus bancas engordaban más y más a medida que él seguía jugando. Guy ni siquiera tuvo rachas buenas

Sea como fuere, Guy Laliberté decidió alejarse del poker online y centrarse en las mesas reales. 

Soy un «dinosaurio» en internet, pero me considero un buen jugador en vivo, donde tengo buenos resultados. El póker es un hobby que me sigue costando mucho dinero. Me he comportado como un niño de colegio.

Por tanto, las siguientes veces que pudimos tener constancia de la relación entre Laliberté y el poker se produjeron en la cuarta temporada de High Stakes Poker, donde dej​ó dos botes de cantidades astronómicas, como el que adjuntamos contra David Benyamine ​de 1.2$ millones o el que le enfrentó en un bote de 818.100$ al mito​ Doyle Brunson, y en "The Big Game", el programa de televisión de PokerStars, donde compartió mesa con Jason Mercier, Eugene Katchalov, Bob Voulgaris y Jonathan Duhamel entre otros, en la quinta semana de la segunda temporada.

A partir de aquí, conocimos la faceta más solidaria de Guy Laliberté, en 2007 creó la Fundación One Drop, una organización internacional sin ánimo de lucro y cuya misión es asegurar el acceso a agua potable, saneamiento e higiene en las comunidades más vulnerables. Además de utilizar artes circenses, teatro popular, folklore, danza, artes visuales y música para concienciar a la gente sobre los problemas relacionados con el agua, cuenta con proyectos en África Occidental, India y Centroamérica.

La fundación ha sido galardonada por la ONU y la Asociación Internacional del Agua y Guy Laliberté ​está comprometido a donar 100$ millones de dólares canadienses (71.436.353$ americanos) a la organización durante 25 años.

Gracias a la mezcla de su faceta humanitaria y su pasión por el poker, la siguiente vez que tuvimos constancia de Laliberté en nuestro sector fue con una gran noticia bajo el brazo. En 2011 se asoció con el el CEO de Caesars, Mitch Garber, propietario de la marca World Series of Poker (WSOP) para organizar un torneo benéfico dentro del calendario de las s​eries de 2012.

De esta forma nació el primer The Big One for One Drop, un torneo de 1.000.000$ de buy in con 48 plazas en el que en vez de destinar el rake del 10% a las WSOP (111.111$), el dinero fuese a parar a las arcas de la Fundación One Drop. En su primera edición sumó 7.28$ millones, gracias al rake generado por los jugadores, la comisión que decidió añadir el propio Garber y los 1.83$ millones que donó Laliberté gracias a la quinta posición que firmó en el evento.

El torneo lo acabó ganando Antonio Esfandiari, que recibió 18.3$ millones por la victoria, el mayor premio repartido en un torneo de poker. The Big One for One Drop se celebra cada dos años. Desde su creación en 2012, tras la disputa de cuatro ediciones, el torneo ha conseguido la donación de 101 personas diferentes, recogiendo más de 16$ millones para la Fundación.

Desde ese momento el torneo ha ido variando su capacidad, y algunas de sus normas, incluyendo el % del buy in destinado a One Drop. En 2014 el ganador fue Dan Colman "MrGr33n13". La leyenda de los heads up hyperturbo se negó a realizar declaraciones a la prensa tras su victoria. En 2016 por ejemplo, Guy Laliberté intentó excluir a los jugadores profesionales, para volver a reclutarlos en 2018.

Hasta la fecha ninguna edición ha conseguido superar los resultados de aquel evento de 2012. La inclusión de estos torneos genero polémica ya que hicieron tambalear la "All time money list" en varias ocasiones.​

Intentando obviar a los campeones y las cantidades astronómicas, como curiosidad destaca Rick Salomon, que alcanzó la mesa final en tres de las cuatro ediciones celebradas. Estos son los resultados de cada edición, clicando sobre el año, podéis ver la noticia de Poker-Red ampliada.

Con una trayectoria similar a la cosechada por su "hermano mayor", The Little One for One Drop también ha conseguido hacerse con un hueco en el calendario de torneos de las WSOP. El evento, con una entrada de 1.111$, destina 111$ de cada buy in a la organización benéfica. Desde el año 2013 se lleva celebrando este torneo de forma ininterrumpida, más de 12.000 jugadores diferentes han contribuido con su buy in, generando una media aproximada de 500.000$ cada año para fines benéficos.

En la actualidad Laliberté esta centrado en el arte contemporáneo y la música, metido de lleno en cumplir otro de sus sueños, ser DJ.

Después de Cirque du Soleil tenía el sueño de entretener personalmente a la gente y por eso hice el esfuerzo de dedicarme a la música. El hecho de vivir en Ibiza y en otros lugares te permite estar en contacto con tu público a través de la música. La música es una manera maravillosa de comunicar emociones e historias. 

Está es la historia de uno de los personajes más relevantes del poker en los últimos 10 años, al que le deseamos la mejor de las suertes en los siguientes pasos que dé dentro de la película de Hollywood en la que ha convertido su vida, y por supuesto en el poker.