Doug Polk avisa: “Esta ley puede matar el póker profesional"

El carismático Doug Polk ha encendido todas las alarmas tras su reciente intervención en el canal de televisión NewsNation.
Considerado uno de los jugadores más influyentes del panorama internacional y voz habitual en temas que afectan al sector, Polk no se mordió la lengua al valorar la situación que atraviesa la industria del juego en Estados Unidos.
En su discurso, Polk afirmó con rotundidad que “lo que está pasando con el juego en este país está mal”, haciendo referencia a una combinación de factores como la nueva presión fiscal, la ausencia de protección legal y un entorno cada vez menos favorable para los jugadores profesionales que, según él, ponen en serio peligro el futuro del póker profesional en el país.
Un golpe fiscal que podría “matar el póker profesional”
El detonante de su denuncia ha sido una nueva disposición fiscal aprobada recientemente en el Congreso dentro del paquete legislativo conocido como la Big Beautiful Bill (One Big Beautiful Bill Act), una ley integral firmada el 4 de julio de 2025 que incluye reformas fiscales y medidas presupuestarias de amplio alcance.
A partir de 2026, los jugadores ya no podrán deducirse el 100 % de sus pérdidas en el juego: la deducción quedará limitada al 90 % de las ganancias. Esto significa que, incluso si un jugador empata en su balance anual, tendrá que pagar impuestos como si hubiese tenido beneficios.
Este cambio, incluido en la sección 70114 de la ley, modifica el Código de Rentas Internas y afecta directamente a la sostenibilidad económica de los jugadores profesionales, que operan con márgenes reducidos y gran volumen de movimiento.
“Están intentando gravar dinero que los jugadores no han ganado”, explicó Polk en directo.
“Hay muchísimos impuestos ya en este país y, sinceramente, me sorprende ver al Partido Republicano buscando nuevas formas de recaudación. Si quieres gravar el dinero que ganamos, vale. Pero si quieres que paguemos por dinero que no existe, tengo un problema serio. Es injusto para nuestra comunidad.”
Además, Polk destacó una diferencia fundamental respecto a las inversiones bursátiles: en el juego no es posible compensar las pérdidas de un año con las ganancias del siguiente, como sí se permite en la bolsa.
“En el juego, todo es año a año. No puedes arrastrar pérdidas. Es un sistema injusto”, recalcó.
¿Por qué es relevante la Big Beautiful Bill en el contexto del póker?
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Límite a la deducibilidad de pérdidas: A partir de 2026, los jugadores solo podrán deducir hasta el 90 % de sus pérdidas en el juego respecto a las ganancias obtenidas. Antes, podían deducirse el 100 %, siempre que no generaran pérdidas netas.
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Tributación sobre ingresos ficticios: Incluso si un jugador termina el año 'even' (sin beneficios netos), deberá declarar el 10 % de las ganancias como ingreso imponible, aunque ese dinero no exista realmente.
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No se pueden arrastrar pérdidas: A diferencia de los inversores en bolsa, los jugadores de póker no pueden compensar pérdidas de años anteriores. El juego se declara ejercicio a ejercicio, sin continuidad fiscal.
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Modificación del Código Fiscal: Esta medida fue incorporada dentro de la Sección 70114 de la Big Beautiful Bill, modificando el artículo 165(d) del Código de Rentas Internas.
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Impacto directo en profesionales del sector: Esta reforma pone en riesgo la viabilidad económica de miles de jugadores que viven legalmente del póker al alterar por completo su modelo de tributación.

El impacto en la industria
Doug Polk, propietario del Lodge Card Club y fundador de la escuela Upswing Poker, que recientemente vendió por completo a ClubWPT Gold (aunque seguirá como embajador y asesor), fue contundente sobre el impacto de esta medida en la industria:
“Esta ley hace que los márgenes de los jugadores ganadores sean inviables. Para quienes vivimos del póker, esto significa el fin de una carrera profesional. En ciudades como Las Vegas o Texas (entre otras) el impacto será devastador: bajarán los ingresos, caerá el turismo, se perderán empleos... Y todo por una ley que busca dinero donde no lo hay.”
En su intervención, Polk también señaló que ya ha hablado con la senadora Catherine Cortez Masto, quien trabaja junto a otros miembros del Congreso y legisladores para revertir esta medida antes de que entre en vigor.
“Es importante que nos movilicemos contra esto. Es injusto, es un ataque a una comunidad que no tiene medios para defenderse”, concluyó.
Póker online: un mercado sin cohesión

A esta presión fiscal se suma la enorme fragmentación del póker online en territorio estadounidense. Actualmente, solo unos pocos estados (Nevada, Nueva Jersey, Pensilvania, Michigan, Delaware y West Virginia) permiten plataformas de póker online legalizadas y reguladas. En el resto del país, jugar online por dinero real sigue siendo ilegal o no está contemplado por la ley.
Aunque existen acuerdos interestatales de liquidez (como el MSIGA), el crecimiento del ecosistema online sigue estando limitado a ciertas jurisdicciones, lo que impide consolidar una red nacional como sí ocurre en Europa.
Un escenario preocupante para los jugadores profesionales
La suma de presión fiscal, inseguridad jurídica y falta de regulación federal dibuja un escenario complicado para el póker en Estados Unidos. Para Polk, lo que está en juego es mucho más que una cuestión fiscal:
“Esto no es política, ni es una guerra entre partidos. Es una cuestión de supervivencia para miles de personas que vivimos del juego de forma legal y responsable.”
El futuro del póker en Estados Unidos, al menos en su vertiente profesional, podría estar en juego… pero no en las mesas, sino en los despachos del Congreso.
Trampas y escándalos recientes
A todo lo anterior hay que sumarle los incidentes que han sacudido la escena del póker estadounidense en los últimos meses.
Por un lado, varios casos de trampas con tecnología avanzada, como microcámaras ocultas y sistemas de transmisión por auriculares, que han hecho saltar las alarmas en partidas privadas de high stakes e incluso en algunos casinos, especialmente en California.
Este tipo de fraudes sofisticados han despertado la preocupación de la comunidad por la integridad del juego. De hecho, el EPT ya cambió la forma de repartir de los dealers en sus eventos. Estos ahora reparten de la forma tradicional francesa para evitar este tipo de trampas.
Por otro lado, el escándalo que rodea al exjugador de la NBA Gilbert Arenas, arrestado recientemente por organizar partidas ilegales de high stakes en una mansión en Los Ángeles, ha vuelto a poner el foco sobre la delgada línea entre lo legal y lo clandestino.
Las autoridades acusan a Arenas de operar un club privado sin licencia, en el que tenía personal contratado para servicios extras como seguridad armada, chefs, aparca coches y mujeres que servían bebidas, ofrecían masajes y compañía a los jugadores a cambio de propinas, las cuales eran gravadas con un “impuesto” por parte de la organización.
La operación fue coordinada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, el IRS y la Policía de Los Ángeles. Todo esto podría acarrearle hasta 5 años de prisión por cada uno de los cargos que se le imputan.
Aunque Doug Polk no hizo referencia a estos temas durante su intervención en NewsNation, estos casos forman parte del contexto actual en el que el póker en Estados Unidos lidia con presiones fiscales, inseguridad jurídica y la necesidad urgente de una regulación más clara y eficaz.
¿Es este el momento de que España reabra el debate sobre su modelo fiscal y legislativo en torno al póker profesional?
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