Darvin Moon, el hombre a quien las WSOP no le cambiaron la vida

Vía Card Player nos encontramos con un artículo interesante sobre Darvin Moon, el jugador que finalizó en segundo lugar en el evento principal de las WSOP del año pasado, ganando nada menos que cinco millones de dólares y una fama inmediata que no sólo se limitó al mundo del poker.

Moon no pasó desapercibido en su camino a la mesa final, aunque lo cierto es que su perfil no destacaba particularmente de la gran mayoría de jugadores: amateur con un trabajo normal, clasificado por un satélite y que de vez en cuando jugaba al poker con sus amigos, pero que estaba en posición de ganar el premio mayor: el evento principal de las WSOP.

A Darvin Moon no le deslumbraron los focos (foto: Washington Post)

Sin embargo, algo sí destaco a Moon. Mientras otros jugadores en su misma posición hubieran hecho lo posible por subirse al tren de la profesionalidad, él pintó su raya desde el comienzo. Como miembro de los November Nine fue el único que no aceptó un contrato de patrocinio de ninguna sala aludiendo que no le interesaba en absoluto tener que atarse para jugar un torneo tras otro por tiempo indefinido.

Así pues, Moon se presentó en la final sin un sólo parche en su vestimenta. Además, se encargó de desmitificarse a sí mismo en las entrevistas previas. Aunque era el líder en fichas destacadísimo, no titubeó en afirmar que había tenido muchísima suerte y que era evidente que había jugadores bastante mejores que él que merecían estar en su lugar.

El fin de la historia la conocemos todos. Moon eliminó a Phil Ivey pero sucumbió ante el jóven Joe Cada, quien se coronó campeón.

Un año después Darvin ha vuelto a las WSOP y afirma que casi sin haber jugado poker a causa de su trabajo, el mismo que tenía antes de su aventura en las WSOP. Darvin comentó que el premio no cambió su vida ni la de su esposa. Ambos conservaron sus trabajos, viven en la misma casa y apenas han gastado las ganancias.

“Siempre he sido pobre, puedo ser pobre después de esto. Sigo trabajando porque mi familia me crió así”, aseguró Moon. Sin embargo, Darvin decidió conservar su estilo de vida y su negocio también por sus empleados: “Es gente que ha trabajado conmigo por más de 25 años. No puedes simplemente decirles ‘Ya no tienes trabajo’. Por eso seguí”.

Por supuesto, todo esto no significa que el premio de Moon siga integro en su cuenta de banco. En el último año ha realizado algunas compras, principalmente automoviles para su familia, propiedades y, lo mejor para él, la granja donde creció.

“No entiendo cómo por tener suerte y ganar una gran cantidad de dinero la gente puedes despilfarrarlo en cualquier cosa. Si el dinero cambia tanto a las personas es porque, ya de principio, eran unos farsantes”, aseveró Moon al finalizar la entrevista.