Crónicas de Vegas V: A tiro limpio
Los días se mezclan y ya no sabría decir qué día jugué en cual casino o cuando fui a tirar con un rifle de asalto.
He pensado que voy a coger trozos de distintos días para “hacer” uno “ficticio” a ver qué tal.
Empezaríamos el día en la poker room del Golden Nugget. Aún con el frapuchino del desayuno en la mano nos sentamos en la única modalidad disponible (Nl200). Una vez más era una partida blanda de rocas de mediana edad mezcladas con un par de jugadores jóvenes agresivos. Podría ser cualquier otro casino de LV si el tapete no estuviera lleno de los logos de los programas de TV que se han rodado en este casino como por ejemplo High Stakes Poker o Poker After Dark. Hasta había uno raro de Full Tilt que a estas horas estarán intentando borrar.
La única novedad destacable de esta sesión sería haber remontado el agujero hecho en el día anterior en el Binion's y que un jugador de Minnesota afirmara haber entrenado en el instituto al gran Kevin McHale.
Curiosamente, en ese mismo momento, sin yo saberlo, Morpheo y Tule jugaban al otro lado de la calle un torneo en el Horseshoe, y en la sala de torneos del Nugget Labandeira y Juanzo hacían lo propio en los de Omaha Hi-Lo limit y Pot Limit.
La serie de torneos del Nugget no ha sido mala para la Armada porque Juanzo se llevaría el torneo de PL8 y, un par de días después, Rebenido haría caja en el evento principal.
Ya camino del Strip, al pasar por el Sahara decidí parar en los restos de este histórico casino. Acaba de cerrar sus puertas y todo está a la venta. Sus enormes salas parecían un “centro reto” donde todo estaba etiquetado con su referencia y su precio.
Hace décadas este fue el mejor casino de Las Vegas y aún hoy me parecía que seguía teniendo cierto encanto. Si hubiera forma de enviar a España por un precio razonable aquellas butacas, cuadros y demás parafernalia se podría haber hecho una poker room muy wapa con los espolios de este casino.
A veces viendo estos casinos viejos me acuerdo del final de la peli “Casino”. Mientras vemos las demoliciones de los que dejaron su sitio al Bellagio o el Venetian, se escucha la voz en off de Frank “Lefty” Rosenthal (el personaje de Robert DeNiro) diciendo que “Las Vegas se ha convertido en una Disneylandia para adultos” y que “si hoy pides servicio de habitaciones tendrás suerte si tardan menos de tres horas”.
Las Vegas hoy es más “family friendly” como dicen por aquí, pero con todo lo bueno de Las Vegas hoy, los años 50 debieron de ser algo digno de verse.
Claro que también es fácil mitificar aquello. En el Tropicana hay ahora una exposición sobre la mafia en Las Vegas, lo cual no deja de ser irónico porque ese casino se construyó con dinero robado por la mafia de los fondos de pensiones sindicales que manejaban y prácticamente existía solo para blanquear dinero.
En fin… que disfruté del paseo por el Sahara pero hay mucho que hacer aquí para quedarse en un edificio abandonado toda la tarde.
De ahí me fui a pegar unos tiros. Aunque estoy en contra de una sociedad donde cualquier tarado puede tener un rifle de asalto bajo el asiento del coche, eso no quita que me apetezca probar un AK47.
Además de este rifle de asalto también aprovechamos para disparar con un Colt Goberment 45 (la pipa de Makinavaja) y un fusil de francotirador.
Tras firmar un descargo y elegir entre varias dianas, amenicé la espera viendo las armas expuestas en la pared. Para mi sorpresa, conocía la mayoría de modelos de mis partidas HU de Call of Duty con Tizona. La próxima visita probaré la metralleta pesada de la WWII con la que suelo petarle los sesos a Álvaro en África.
Solo comentar que fue muy divertido y que recomiendo la experiencia. El retroceso de la pistola fue lo que más me sorprendió, mientras que el del AK fue menos de lo esperado.
Sin duda me podría aficionar a ir de vez en cuando a disparar unas ráfagas a un campo de tiro.
Esa tarde también iríamos al teatro. Quería ir a ver el Circo del Sol, pero acabaríamos viendo a Penn & Teller; una pareja de magos que llevan toda la vida actuando en el Rio.
Había escuchado muy buenas cosas de ellos y no decepcionaron, si bien a veces no podía evitar pensar que una vez que has visto el Circo del Sol, ver sacarse a un mago peces de colores de la manga o pillar una bala con los dientes queda un poco descafeinado.
Acabaríamos este día de retales tomando unas copas con la Armada. De botellón, recordamos historias ya míticas como el famoso “plain to spain!!” de Quinti o la fiesta que nos pegamos el año pasado desde las 11 de la mañana tras el gol de Iniesta.
Dejamos el hotel camino del O´Sheas para encontraros con alguien. Este es un casino de ambiente universitario con juego y bebida barata y la particularidad de tener mesas de “Beer pong”. Un juego que hace furor entre los estudiantes de por aquí. Básicamente es un juego para beber que parece una chorrada pero que debe de ser bastante entretenido.
Digo “debe ser” porque mientras unos se dedicaban a lanzar pelotas de ping pong a jarras de cerveza otra parte de la expedición nos acercábamos a las mesas de “craps” como se conocen aquí a las mesas de dados.
Tras tres años sigo sin tener ni idea de jugar, pero con la ayuda de otros jugadores me iba apañando. Puedo entender perfectamente porqué este juego ha sido la ruina de tantos jugadores de poker. Más vicioso aun que la ruleta los dados dan acción a raudales.
Poco después llegaría el punto negro de la noche. Al poner mi apuesta, mi mano entró en el “pit” mientras otro jugador tiraba, el dado rebota en mi mano y el resultado no fue favorable para un jugador que se me encaro buscando gresca de malas maneras (vamos, que el pobre tenía más razón que un santo pero con la razón se queda por gilipollas ; ) Me acusaba de haberlo hecho a propósito como si fuera yo Miyagui con los palillos y las moscas, y hemos estado en suficientes brocas como para saber que estábamos a una sola palabra fuera de tono de acabar a hostias. Para nada era mi intención pero ahí estábamos en pleno HU a ver quién daba el primer paso atrás cuando vi por el rabillo del ojo llegar a dos guardias de seguridad (van de amarillo fosforito) que se lo llevaron en un visto y no visto del casino. Un punto más a favor de Sin City. Eso si; no vuelvo a meter la mano en el pit ni de coña…; )
Poco después dejaría a la Armada dispuesta a seguir la marcha por más garitos, pero estaba a punto de amanecer y decidí irme al hotel.
Es curioso como no hay nada de tráfico en Las Vegas a las 5 de la mañana. A punto de salir de la circunvalación para ir a Freemont, el sol empezó a salir tras la cordillera que domina el valle. Un espectáculo precioso que además me hizo darme cuenta que, como en Sevilla, llevaba tiempo pensando, por culpa del mapa de la ciudad, que el norte estaba donde en realidad está el este.
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