Pacocho

Crónicas de Vegas IV: Regreso al pasado

Anónimo | 04/07/11
Crónicas de Vegas IV: Regreso al pasado
Pacocho sigue enviándonos sus historias desde Sin City. Hoy toca paseo por Freemont, la zona de los casinos clásicos de Las Vegas.

Tras mi segunda noche en el Hooters me levanté otra vez antes de lo normal y algo perjudicado. La verdad es que no he conseguido (y ya va para una semana) descansar bien ningún día y además tampoco me libro de ciertas molestias. Obviamente que me duela una muela no es culpa del jetlag, como seguramente tampoco ayuda que me hubiera quedado hasta las tantas viendo culos naranjas en el bar del Hooters mientras tomaba alitas y cervezas.

No sé; voy a ver si bebiendo más agua a mayores y comiendo algo más que carne mejoramos. Mañana sushi.

El caso es que estar despierto temprano como las gallinas tampoco me venía nada mal. Me daba margen para ir a jugar cash tranquilo antes de subir al Rio a ver a Labandeira en las dos últimas mesas del donkament.

Llegué a la poker room del Venetian y no estaba ni el tato. Claro que esta sala vacía viene a ser lo mismo que otra en hora punta. Con todo, por lo que me comenta la gente, ahora la poker room de moda es la del Aria.

Me senté en NL 200 mientras se montaba la partida de PL8 limit. Si en la anterior crónica os hablaba de personajes como el “pro bocazas” hoy comentaremos a otro espécimen: el “pro sobrao”.

Este suele llevar gafas de sol, gorra (visera para atrás opcional) y cascos Beats o Skullcandy mientras hace trucos con las fichas. No habla con nadie y parece mirar por encima del hombro a los demás como haría un pepero con un perroflauta. Casi seguro son ganadores online y no ocultan su desprecio por el vivo. Su problema es que ven la mesa tan blanda que se creen durrr y se ponen a atizar sin parar. El quiz está en ese “SIN PARAR”. Jugando online abandonarían la mano tras un barrel o dos al ver que no tiene fold equity, pero en vivo puedes casi ver en su cara como el ego no les deja “humillarse” y foldear una mano “en público”.

Básicamente tiran para adelante y se cascan los barrells que haga falta sin gane por la vida tralará.

Si les pinchas algo les haces check/call hasta el final, y entrega certificada por plazos.

Luego seguro que se van indignados a contar en 2+2 lo malos que son en el vivo de Las Vegas.

Hablado de 2+2, ayer jugué toda la tarde al PL8 con un jugador enchufado al foro de 2+2 en el Ipad. Yo asumí que sería porque ya no sabe jugar sin trolear pero seguramente lo que estaba haciendo era informándose del cierre de Full Tilt mientras yo me dedicaba a verle el culo a las camareras (las del Venetian las mejores de largo oiga).

Siguiendo con los personajes de las mesas otro muy típico es el señor mayor con malas pulgas más roca que el pedernal.

Aquí es más o menos costumbre que si llega limpia la mano a las ciegas se ofrezca hacer “chop” (cada uno recupera su ciega y no pasa nada). No hacerlo se ve como de mala educación (especialmente entre la gente mayor).

Un poco después de la marcha del “pro sobrado” de la mesa, el jugador recién llegado se negó a hacer “chop” con Don Pedernal y este se agarró tal rebote que en represalia le metió la caja a bocajarro en flop (tenia 77) y lo pelaron con trucha de T… Ouch… ; P

Poco después abrían la mesa la mesa de PL8 limit y me cambiaba porque me parecía que sería más amena. Por el camino, entre las mesas me encontraba con Fernando Martin, ya habitual del cash del Venetian. Siempre me ha parecido un fenómeno Fernando, a ver si este es su año.

Mi partida de PL8 consistió en comerme los mocos hora y pico hasta que llego el momento de ir al Rio. Ni había llegado a la sala cuando me encuentro con Labandeira por el pasillo recién salido de cobrar. Había caído en la primera mano (a la cual por poco ni llega; si se para a pillar un café igual ahora estaríamos hablando de su mesa final, pero claro, si mi abuela tuviera ruedas seria una bicicleta) cuando sus TT se dan de morros con KK.

Manuel se apuntó al torneo de 1.500$ y yo me escapé del Rio antes de que me liara otra vez. Me fui para el Golden Nugget a hacer el check in. Es un hotelazo. Puedes ver las similitudes con el Bellagio por todos los lados. Como contaba en la primera crónica, hay que sacarse el sombrero ante Steve Wynn por lo que ha hecho en las Las Vegas en general y para el poker en particular.

Y todo empezó aquí, en esta calle de Freemont, cruzando la calle entre estos dos casinos (en la que me he puesto a desbarrar en un video blog).

Cuando Wynn hizo la remodelación del Nugget, el gran Benny Binnion le solía decir en broma que “ahora los jugadores podrán dormir en tu hotel y luego cruzar la calle para jugarse la pasta en mi casino” pero sin ese binomio puede que el poker hoy ni siquiera fuera un juego de casino.

En su día el Nugget era la única poker room permanente de Las Vegas. La del Binnion's Horseshoe volvía a ser ocupada por tragaperras tras las WSOP, pero Wynn siempre apostó por el poker (salvo cuando se entero que una ballena había dejado de jugar al bacarrat para dejarse pelar por Doyle y Chip que del cabreo casi cierra todas sus poker rooms ;).

A ver qué os parece el video blog…

Ya que estamos podéis ver los espectáculos que hay por la noche en la Freemont Experience.

Otro día tengo que hacer un artículo en profundidad sobre Steve Wynn. Sin duda sería interesante porque además de construir casinos de lujo tenía mucha afición por meterse fariña a paladas, tirarse crupieres y por meterse en algunos líos, como en aquella ocasión en que una fulana que estaba en una fiesta en su yate apareció cortada en rodajas por la hélice.

Pero esa es otra historia para otra ocasión.

Ahora mejor hablemos solo de la pepita de oro que se exhibe en hotel (la más grande del mundo) o de la máquina expendedora de oro que hay alado y que me hizo pensar en Vedast ;)

   Pepita de oro más grande del mundo   

 

A pesar que hay una piscina muy maja en el hotel, con un tobogán que atraviesa un estanque lleno de tiburones, decidí pasarme la tarde en la nueva y remodelada poker room del Binion's rodeado de jugadores feos, camareras sexagenarias y tocando fichas sucias.

Lo triste es que no me arrepiento.

Han hecho una nueva remodelación de la poker room bastante agradable. Mucha madera y todas las fotos clásicas. Algunos de los jugadores y la camareras puede que hasta aparezcan por el fondo de alguna de las fotos porque está claro que llevan jugando aquí desde los tiempos cuando Doyle aún tenia pelo y Ungar nariz.

No pude evitar sentirme algo triste. En el fondo el Binnion´s es un fantasma de lo que fue. Yo nunca había jugado aquí pero he leído la historia tantas veces que me la sé de memoria (otro tema para un articulo wapo).

   Binions Poker Room   

Desde el golpe de estado de Becky Binion a sus hermanos, que terminaría con la venta del casino a Harrah´s (que solo quería las WSOP), esto ya no es más que la carcasa vacía de los buenos tiempos. Estar aquí solo sirve para lamentarse de no poder haber estado en el Horseshoe de los “good old days” antes de que Moneymaker pusiera las cosas patas arriba.

Claro que si los vejetes no me hubieran pelado como a una mandarina puede que no me hubiera puesto tan melancólico XD… Fue una noche de mil draws que no se completaron y a la que encima decidí ponerle la guinda en blackjack del Golden Nugget para irme a la cama en mega tilt.

En fin; another brick on the wall. Mañana os cuento cómo fui a pegar tiros con un AK-47 o cómo anoche casi me zosca un fulano “afroamericano” en la mesa de dados (lo peor es que tenía razon) mientras jugaba a los “craps” con un pro de Cuenca. ; )   

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