Chad Brown fallece tras una larga enfermedad

Chad Brown, Team Pro de PokerStars, ha fallecido a los 52 años de edad en un hospital de Nueva York, después de tres años de larga pelea contra el cáncer.

Su sala patrocinadora ha querido homenajear su figura con la publicación de varios blogs sobre la vida del jugador norteamericano, una existencia plena que permitió a Brown ganarse la vida de manera que otros solo podemos soñar.

Chad fue jugador de béisbol, actor, presentador de televisión y jugador profesional de poker, la profesión por la que le hemos conocido y con la que cerró un ciclo vital que empezó en su más tierna infancia, cuando se pasaba las tardes en la poker room ilegal de su padre.

Allí, los clientes del negocio familiar le enseñaron su primer juego, el Gin Rummy.

Cumplía el mismo papel que el Poker Chino en la actualidad. La gente jugaba al Gin Rummy mientras esperaba a que quedara un sitio libre en la mesa de poker.

Su padre se encargó de enseñarle el resto de los secretos del poker, y ambos mantuvieron sus partidas amistosas hasta la muerte del señor Brown.

En el instituto, Chad ya daba muestras de poseer un físico privilegiado, que le ha permitido prolongar su pulso con la fatídica enfermedad, y se convirtió en un prometedor jugador de béisbol. Ese mismo físico le permitió renunciar a una carrera profesional en el deporte. En vez de aceptar la oferta para jugar en las ligas menores, Brown decidió que quería ser actor.

Hizo sus pinitos en la pantalla grande y en algunas series de televisión, pero nunca dejó de poner en práctica todo lo que aprendió con su padre, así que el poker empezó a ser su fuente de ingresos más fiable a principios de los 90.

Su conocimiento enciclopédico de los juegos mixtos y su carrera de actor le convirtieron en candidato ideal para ser uno de los primeros comentaristas en aprovechar el salto del poker a la televisión, condición que cristalizó en el papel de presentador de las tres primeras temporadas del Ultimate Poker Challenge.

Durante su carrera, Brown jugó 10 mesas finales en las WSOP, y en tres de ellas llegó al heads-up. También jugó una mesa final del World Poker Tour. Entre los 3.600.000$ en premios de su carrera hay varios cheques provenientes de victorias menores, pero los grandes circuitos le negaron un triunfo.

Aún así, su presencia constante en la carretera, la televisión y las partidas de cash más exclusivas le hicieron tremendamente conocido y respetado entre la profesión.

A mediados de los 2000, Chad coincidió con Vanessa Rousso en un torneo invitacional, e iniciaron una relación que terminó en matrimonio.  Su noviazgo con la canadiense y el posterior fichaje por el Team Pro de PokerStars extendieron su fama local a nivel mundial.

En 2011, Vanessa, en su cuenta de Twitter, hacía público que Chad había sido intervenido quirúrgicamente para poder extraer un tumor de varios kilos de su abdomen.

Consiguió paliar los efectos de su enfermedad durante varios años, pero en su última aparición, el WPT Borgata Winter Poker Open de enero de 2014, los efectos sobre su normalmente impresionante presencia se habían hecho devastadoramente evidentes.

El último reconocimiento a todo lo que Chad Brown le ha dado al poker le llegó de las WSOP en las horas previas a su fallecimiento. La última foto de Chad, sacada por un familiar en la cama del hospital, consigue evitar mostrar los estragos del cáncer y demuestran que Brown consiguió llegar a disfrutar su brazalete honorario.

El director de las WSOP Nolan Dalla, le destaca como “un fiero competidor”, que siempre se comportó con honestidad y que se preocupaba de los demás. El director de Comunicaciones de PokerStars Lee Jones le recuerda educado hasta la exageración, un embajador del juego que nunca le contó un bad beat a nadie pero siempre estaba dispuesto a escuchar a los demás con una sonrisa en la cara.

Descanse en paz.