Bryn Kenney rompe el molde: «Fui bendecido con una memoria increíble»

En plena era de los solvers, del estudio masivo y del póker convertido en ingeniería matemática, Bryn Kenney vuelve a descolocar al mundo con una confesión marca de la casa: no utiliza herramientas de estudio. 

No consulta solvers, no analiza manos con software. Su secreto, según él, es otro: una memoria casi fotográfica que dice haber entrenado durante años.

Mientras la mayoría de los jugadores de élite pasan horas analizando spots complejos con solvers, Bryn Kenney -el número uno del all time money list- sigue jugando como si viviera en otra dimensión.

En una charla reciente con Jeff Gross, el estadounidense explicó sin rodeos que no trabaja como el resto de los jugadores del circuito: «Yo no hablo de póker con nadie», confesó. Nada de grupos de estudio, nada de intercambiar líneas, nada de debates de teoría. 

Kenney es la antítesis del profesional moderno.

Según Kenney, su ventaja nace de otro lugar: «Veo a todos estudiando estas teorías, estas ideas de cómo deberían jugar. Yo puedo estudiar a diez personas diferentes al mismo tiempo, mientras ellos tienen una décima parte de esa información contra mí».

Para él, el juego se construye a partir de todas las manos que ha visto, vivido y recordado.

Ahí es donde entra su don: «He sido bendecido con una memoria increíble», asegura. «Puedo pensar en torneos que jugué en 2010 y recitar 25 cosas que recuerdo perfectamente. No solo veo imágenes, veo como una película entera en mi mente».

Bryn Kenney doesn’t run sims. He runs memory.
While others study theory, he studies people — like watching 10 screens at once.
The guy remembers hands from 2010 like a movie. No charts needed. @BrynKenney #poker #BrynKenney #highstakes #pokerlife pic.twitter.com/PE2hexrQSx

— Jeff Gross (@JeffGrossPoker) November 9, 2025

En un hábitat dominado por la teoría GTO, la optimización matemática y la cultura de estudio intensivo, sus palabras funcionan casi como un manifiesto old school. Y no está solo: nombres como Benjamin Rolle o Daniel Negreanu ya defendieron antes esa idea híbrida entre preparación técnica y enfoque explotativo.

Pero la pregunta queda en el aire:

¿Se puede construir hoy una carrera en el póker de élite sin solvers, solo con intuición, experiencia y una memoria prodigiosa? Kenney es la prueba viviente de que, al menos para algunos, la respuesta sigue siendo sí.