Seidel aprovecha una jornada muy tranquila en el día 1B

En la segunda jornada de juego, el día 1B del torneo, fueron 153 los jugadores que se acercaron al Crown Casino para tomar parte en uno de los eventos cumbre de la temporada pokerística, el Main Event de los Aussie Millions.

Es un número ciertamente escaso, menos incluso que el del día 1A, pero la organización ya había previsto de antemano que la coincidencia con la SuperBowl y con el High Roller de 25.000$ iba a convencer a la mayoría de jugadores venidos del otro lado del Pacífico para jugar mejor en el día 1C.

Este es la undécima edición de este evento, que tuvo su techo de participación en 2008 con 780 entradas, año en que quedó campeón el mismo Alexander Kostrytsin que hoy en día se pega a diario con “Isildur1” en las mesas de high stakes.

Desde aquella, la participación se mantiene en ligero pero persistente declive, y el año pasado pasaron por taquilla 629 clientes.

Eso quiere decir que para mejorar esa cifra el día 1C debía superar las 301 inscripciones, algo que ya podemos confirmar porque en estos instantes se están jugando los primeros niveles de la última de las jornadas inaugurales en las antípodas.

Los nombres más destacados que han jugado el día 1B fueron, entre otros, el high roller alemán Cristoph Vogelsang, Paul Newey, Annette Obrestad, Jonathan Duhamel, más aficionado al hockey hielo que al fútbol americano, y la esperanza local Jonathan Karamakilis.

Les acompañaron otros jugadores que unos esperaría que tuvieran algún tipo de interés en el partido que pone a todo Estados Unidos frente al televisor, aunque sea por saber si sus apuestas les rentan beneficios, como fueron Erik Seidel y Antonio Esfandiari.

También escogió esta jornada para defender su título el campeón del año pasado, Mervin Chan, que se llevó 1.600.000$ por su victoria, más o menos lo que le espera al campeón de este año 2014.

El que peor inicio tuvo de todos fue Vogelsang, tercero en octubre en el Super High Roller del EPT Londres. Perdió la mitad del stack frente a un color flopeado en el primer nivel y quedó fuera en el segundo cuando no se completó el proyecto de color que había envidado contra una pareja máxima.

Seidel se destacó en el cuarto nivel cuando un as en el flop animó a otro jugador a pagar la trucha que había ligado el norteamericano. Seidel se puso con 80.000 puntos, sin duda uno de los mayores stacks de la sala pero lejos del local Gareth Dwyer, que por aquel entonces acumulaba ya 175.000 puntos.

Mervin Chan y Jonathan Duhamel se quedaron cortos de fichas tras la cena. El campeón no pudo llegar al final del octavo y último nivel, pero Duhamel logró doblarse y que su nombre apareciera en la lista de 81 supervivientes.

En la cabeza, Dwyer cedió el liderato a otro compatriota, Dean Schneider, que encabeza un top 5 al que casi por muy poco no tuvo acceso Erik Seidel.