Reportajes

Un análisis académico del poker

Antonio Romero | 22/01/14
Un análisis académico del poker
Diversas personalidades académicas, jugadores de poker, analizan las experiencias y enseñanzas recibidas gracias a las 52 cartas.

Durante estos últimos meses, hemos recopilado numerosa información sobre los orígenes de las comunidades más numerosas de jugadores de poker.

Muchos han pasado por el ajedrez, los videojuegos y demás actividades lúdicas, pero que sean un sector numeroso no quiere decir que el poker se reduzca a recoger el resultado de una evolución natural del sector del ocio.

Hay muchos otros grupos de población que no encajan en ese molde y también juegan al poker.

La web británica Times Higher Education se ha dedicado a recoger extractos y declaraciones de diversos intelectuales y docentes en las que explican qué les atrae del poker y qué les ha llegado a aportar personalmente, tanto como actividad suplementaria como en áreas en las que la educación formal no les ha sabido transmitir la visión adecuada.

El mundo real

Un ejemplo clásico es la introducción escrita en 1979 por el autor Al Alvarez al libro Education of a Poker Player, de Herbert O. Yardley.

[En mi juventud pasé por] el molino académico de mayor altura de miras: Oxford, Princeton, Harvard. Leí una vasta cantidad de libros y escribí un par por mi cuenta. Pero, en la práctica, era ingenuo hasta un grado que ,años más tarde, aún me hace enrojecer.

Tenía un matrimonio que no podía manejar, un deseo infantil de ser amado por todo el mundo y una convicción igualmente infantil de que todo acabaría saliendo bien. Y cuando no lo hacía, me sentía simple y profundamente ultrajado.

[Al empezar a jugar al poker, descubrí una verdad vital], lo que tan convincentemente se aplica al dinero que hay en un bote se aplica igualmente a los sentimientos que invertí tan desastrosamente en mis asuntos personales: ¿Juegan las probabilidades a mi favor, sin tener en cuenta lo que ya he aportado?

El riesgo

Sigue Alvarez.

Durante cinco o seis días a la semana me siento en mi escritorio y trato de conseguir colocar las frases correctamente. Si cometo un error, lo puedo reescribir al día siguienteo descubrirlo en el copión. Pero ¿y si se me escapa, a quién le importa?¿quién se preocupa por ello? Si cometo un error jugando al poker, las consecuencias son inmediatas, vergonzosas y probablemente dolorosas.

La libertad

El profesor de Historia en la Universidad Ryerson de Toronto, disfruta especialmente de la posibilidad de variar su conducta en la mesa.

Una partida de poker es la única ocasión en no solo es perdonable mentir, sino que se requiere absolutamente que lo hagas.

Un académico completamente averso al riesgo como yo obtiene un verdadero placer de poder mentir a voluntad.

La abstracción

Otra profesora de Ryerson, Tammy Landau, encontró que la total concentración que requiere jugar al poker era la manera más efectiva de calmar la ansiedad que le producía un tratamiento contra el cáncer de mama.

Era tan efectivo que decidí que el poker formaría parte de mi vida si lograba sobrevivir al cáncer. Y aquí estoy.

La capacidad de mejora personal

Continúa Landau.

Se amolda a mi personalidad en muchas facetas (búsqueda de emociones, intenso, social y estratégico), y es un reto para ser mejor en otras (más paciencia, más equilibrio).

El profesor de Economía Internacional de la Universidad de Birmingham, Robert Elliott, también incide en esta característica del juego.

Los economistas se acomodan de manera ideal al poker, porque normalmente son capaces de manejar probabilidades complejas en milisegundos y entienden a la gente gracias al aspecto de ciencia social de la disciplina.

Hay muchas lecciones a aprender en el poker sobre cómo manejar a estudiantes problemáticos y a ayudar a las habilidades de gestión de personal. Incluso puede ayudarte a afrontar eventos personales desafortunados. He tenido manos en las que tenía un 99% de posibilidades de ganar y ,aún así, perdí. La moral de la historia es “shit happens”, racionaliza el problema como un bad beat y pasa a tomar nuevas decisiones que son necesarias de inmediato.

Como ves, gentes de diversa procedencia,  educación y capacidad son capaces de encontrar en el poker un refugio en el que perderse y una academia de la vida. Por eso nos gusta tanto este juego. 

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