De amor y de odio: Harrah's y Rich Brodie

La llegada al póquer de Richard Brodie fue bastante particular. El hombre solía jugarlo con sus compañeros de trabajo y su jefe, Bill Gates, en la cocina de Microsoft, que en ese entonces no era en absoluto el gigante que es ahora.

Richard participó en muchos desarrollos y fue el autor original del Microsoft Word. Jugaba bien al póquer pero nunca se lo tomó en serio hasta 2003, cuando vio a su amigo Andy Bloch ganar en el World Poker Tour. Hombre práctico, Brodie comenzó a jugar online inmediatamente y a llevar nota de sus resultados. Cuando vio que eran positivos, ya no hubo vuelta atrás. Los éxitos de Brodie fueron inmediatos, y ^Full Tilt Poker lo fichó en su plantilla.

Todo muy bien para Richard en su nueva vida, hasta que a finales de Abril tuvo la "mala suerte" de ganar dos jackpot de $240.000 cada uno en los vídeo poker del Caesars Palace de Harrah's en Las Vegas.

Tras el acontecimiento Harrah's le envió una carta donde le decía que debido a sus grandes ganancias, a partir de ese momento no sería bienvenido en ninguna de sus propiedades. Por supuesto Brodie quedó muy afectado por la incomprensible decisión, puesto que no obtuvo esos premios contando cartas en el blackjack o haciendo saltar la banca en la ruleta; sino que tuvo la suerte de conseguir dos escaleras reales jugando vídeo poker, donde la habilidad del jugador tiene muy poco peso y el sistema informático es en definitiva el que toma las decisiones. Brodie juega habitualmente Hold'em Póquer en los casinos de Harrah's, pero la casa no es afectada puesto que obtiene sus ganancias de los rakes generados.

La gran mayoría de los profesionales se solidarizaron con él y comenzaron una campaña para lograr que Harrah's levantase esa medida autoritaria, considerando que Brodie no podría jugar las World Series of Poker de continuar la prohibición de pisar las propiedades de la cadena.

Felizmente, hace unos días (una semana después de comenzadas las WSOP) Brodie publicó en su blog un post titulado Puedo jugar!, donde relata que gracias al apoyo que había recibido y a la silenciosa labor de Jeffrey Pollack, Comisionado de las WSOP, Harrah's lo había autorizado a ingresar a sus casinos. Así lo hizo, y ya se lo vio participando en varios eventos de las series que se están jugando estos días en Las Vegas.

Final feliz para una historia que nunca debió haber acontecido. Los casinos son negocios que llevan siempre las de ganar en todos los juegos que ofrecen, y aún se dan el lujo de impedir el ingreso de quienes les quitan una ínfima parte de su rentabilidad.