Amenaza de muerte a los empleados de la sala y acaba en chirona

Michel Gallagher es un jugador británico que en el periodo de un año llegó a perder entre 15.000 y 20.000 libras jugando al poker online. Según él, la culpa era de la sala, que estafaba a sus clientes amañando el reparto de cartas. Así se lo hizo saber al soporte de su sala en varias ocasiones.

La vieja y recurrente discusión sobre la aleatoriedad del reparto en las salas de poker en un clásico de los foros de poker en internet. Pero este individuo lo llevó un paso más allá.

Al no considerar satisfactorias las explicaciones recibidas al respecto, Gallagher escribió un macabro correo electrónico en que reclamaba a la sala una compensación económica con la promesa de que, de no ser satisfecha, provocaría una carnicería.

Los extractos del e-mail están recogidos de la noticia original del Darlington and Stockton Times.

Espero que me tomen en serio porque juro por Dios que lo voy a hacer. Tendré mi venganza. Lo he planeado durante seis meses. Es lo que consigue que me duerma por las noches.

Irme a dormir, pensando acerca de lo que voy a hacer, sabiendo de sobra que la carnicería que voy a montar le mostrará a todo el mundo quiénes sois.

Dadme 50.000$ para cubrir mis pérdidas o viajaré hasta ahí y le volaré los p**** sesos a todo el que se cruce en mi camino (con una escopeta recortada).

Creedme, será mi mejor momento. 50.000$ en mi cuenta o, creedme, os mataré a todos.

Al día siguiente, Gallagher envió un nuevo correo pidiendo perdón, insistiendo en que no quería decir eso y explicando que lo había hecho mientras estaba borracho.

La policía lo arrestó 24 horas más tarde. En el registro efectuado en casa del detenido no se encontraron armas.

En un principio, Michael Gallagher fue acusado de intento de chantaje, un delito muy grave por el que le podían llegar a sentenciar a un máximo de catorce años de cárcel. El cargo de chantaje fue retirado cuando Gallagher se reconoció culpable de amenazas mediante comunicación electrónica, delito recogido en una ley de 1988 llamada Malicious Communications Act. La condena máxima por este delito es de seis meses.

El juez que finalmente llevó a cabo la vista del caso de Gallagher mostró su sorpresa por la retirada del cargo de chantaje y decidió imponer una pena de tres meses de prisión al jugador británico.