La AEAT corrige a inspección y permite compensar las pérdidas correctamente

Hace ya un tiempo que la Agencia Tributaria ha comenzado una desproporcionada campaña fiscal dirigida a los jugadores de poker. Este hecho, con el paso de los meses, ha acabado derivando en un verdadero esperpento a causa de los métodos de la Administración.

El modus operandi de Hacienda consiste en exigir la regularización fiscal de los jugadores en base a la información que recibe de los operadores, a los que únicamente solicita los datos de los jugadores ganadores, comenzando procedimientos dirigidos a éstos sin contrastar siquiera sus resultados en otros operadores o sus actividades de juego presencial.

Esto ha dado lugar a peticiones de regularización a jugadores que, si bien en una sala habían tenido ganancias, en el conjunto del año, contabilizando pérdidas en otros operadores y/o en torneos en vivo, habían perdido dinero.

La dificultad para el jugador, que es quien acaba soportando la carga de la prueba frente a la Administración, radica en conseguir estas certificaciones por parte de los operadores y casinos, certificaciones que además suelen ser prácticamente jeroglíficas debido a la falta de estandarización del proceso por parte de la DGOJ, generando así la consecuente indefensión jurídica en los jugadores.

Por si esta situación no fuese lo suficientemente dañina para un mercado ya mermado debido a la liquidez cerrada y la alta imposición tanto a jugadores como operadores, hemos podido saber que desde hace unas semanas varios de los jugadores que habían recibido estas notificaciones de inspección estaban teniendo problemas con sus correspondientes inspectores para descontar los buy-ins de torneos presenciales (incluso acreditando la prueba necesaria).

Debido a la negativa de estos inspectores a aceptar la documentación que complementa los datos fiscales del jugador -tickets de torneos en vivo, historiales de juego online-, llegando algunos a alegar que “los resultados online no se pueden computar con las pérdidas en torneos presenciales”, algunos jugadores habían acudido a la siguiente vía: el Tribunal Económico Administrativo Regional (TEAR).

Hoy, Poker-Red ha podido saber que una de las reclamaciones presentadas por uno de los jugadores ha llegado a buen puerto, hasta el punto de que la propia Agencia Tributaria ha resuelto anular el acto administrativo sin remitirlo siquiera al TEAR, cambiando la cantidad solicitada al jugador por la cantidad resultante de descontar las pérdidas que el inspector había rechazado computar.

Desde Poker-Red llevamos un tiempo en contacto con Antonio Cabello, abogado especializado en fiscalidad del juego y socio del bufete de abogados Fernández Burgos-Mapelli-Cabello de Málaga, mediante el cual cursamos hace más de tres años las consultas vinculantes referidas a la Ley del Juego y que también ha llevado este caso, entre muchos otros. Éstas son sus valoraciones.

Lo curioso del caso es que no es una resolución del Tribunal Económico-Administrativo. Ha sido la propia AEAT, la que a la vista de nuestra reclamación y antes de enviar el expediente al TEAR, ha rectificado la liquidación inicialmente notificada. Ésta es una posibilidad que ofrece el artículo 235.3 de la Ley General Tributaria. En esta rectificación, la AEAT asume que los gastos de inscripción en torneos presenciales han de ser considerados a efectos de minorar la ganancia patrimonial derivada del online.

El hecho de que sea la propia AEAT la que, antes de conocer la resolución del TEAR, haya modificado su postura inicial, creemos que tiene más relevancia práctica para la comunidad de jugadores. Significa que la propia Administración Tributaria asume que tales gastos han de contemplarse para determinar la ganancia global que cada jugador tenga en el ejercicio.

De esta manera, la propia Agencia Tributaria ha rectificado la postura del inspector que, recordemos, impedía que las pérdidas derivadas del juego presencial se computaran con las ganancias del juego online, bajo el único argumento de que “las cuotas de inscripción no se pueden considerar como pérdidas derivadas del juego”.

Teniendo en cuenta todo esto, los jugadores que hayan tenido problemas a la hora de computar pérdidas y ganancias en su propia inspección podrían acogerse a la resolución de este recurso a la hora de preparar el suyo propio.

Sin duda, esta es una pequeña victoria en una de las muchas batallas que debemos seguir librando a diario para mejorar la salud del poker en nuestro país y para apaciguar la irracional persecución a la que se están viendo sometidos los jugadores.