La abdicación del otro rey
Es un día soleado en el suroeste de California. Un hombre de mediana edad, visiblemente nervioso, se sienta en uno de los bancos del parque y deja a su lado una bolsa con el logo de una conocida marca de comida rápida. A estas horas, suele estar tomando su almuerzo en la oficina con sus compañeros, pero hoy es un día diferente. El sandwich no importa, toda su atención la concentra el teléfono móvil que sostiene en la mano derecha.
Media hora de espera es suficiente para que este hombre se pregunte si había anotado la hora de la llamada erróneamente, pero apenas unos segundos después suena por fin el teléfono. Una voz masculina con un claro acento del este se oye al otro lado.
Oh, hola, Dan.
La voz con acento del este no es otra que la de Isai Scheinberg, fundador y alma máter de PokerStars. El hombre del banco es Dan Goldman, que acabaría siendo el subdirector de marketing de PokerStars entre 2002 y 2007, probablemente el período más trascendental de la historia de la compañía. Así se fraguó una de las más importantes contrataciones en la industria del poker online.
Dan Goldman cuenta esta y muchas otra historias sobre PokerStars en su blog, pero he querido reseñar este fragmento por cómo Goldman se refiere a su jefe como un hombre que no se preocupa en absoluto por el currículum o el pasado de Goldman, sino por su visión y su capacidad crítica.
En esa entrevista, que se alarga varias largas llamadas -y pensar que en 2002 aún no había tarifa plana-, Isai interroga meticulosamente a su futuro empleado y le pide que argumente varias decisiones estratégicas de marketing como la contratación de un campeón del mundo como Chris Ferguson.
Goldman decide arriesgarse y ser completamente sincero, mostrándose contrario a prácticamente todas las propuestas que PokerStars tiene sobre la mesa. Pero Scheinberg lo tenía todo bajo control: el dueño de PokerStars está haciendo de abogado del diablo y provocando que su interlocutor acabe defendiendo la misma posición que él apoya.
Goldman acabaría siendo, en gran parte, artífice del "Efecto Moneymaker"
Finalmente, Goldman acaba haciéndose con el puesto y su apuesta por la base de la pirámide y llevar a jugadores clasificados a los grandes eventos da sus frutos apenas un año después, cuando Chris Moneymaker se alza con la victoria en el Main Event de las WSOP, provocando el conocido como “Efecto Moneymaker”.
Para recorrer esa escalera meteórica hacia un reinado incontestable, Isai y su equipo han tenido que tomar muchas decisiones difíciles, como ya narraba Jairo Moreno hace un par de años, cuando se fraguaba el acuerdo de PokerStars con el Department of Justice de Estados Unidos.
Isai ha jugado una partida de ajedrez magistral durante más de quince años, una partida en la que ha controlado de forma obsesiva todas y cada una de sus piezas, hasta el punto de inmiscuirse personalmente en las reuniones que PokerStars organizaba para recibir feedback directo de los jugadores.
Lo único que podía descolocar a un ajedrecista tan obsesionado con tenerlo todo bajo control era convertirse en una pieza, algo que sucedió con la acusación de la fiscalía del distrito sur de Manhattan el 14 de abril de 2011, el día en que los cimientos del poker online se sacudieron.
Pasar de ajedrecista a pieza del tablero fue crucial para Isai Scheinberg
A partir de ahí, nada volvería ya a ser lo mismo. PokerStars se enfrentó a un buen número de problemas que parecían haber culminado con la adquisición de Full Tilt Poker y la ingente deuda en la que la compañía había incurrido con los jugadores. Probablemente, Isai Scheinberg, marcado por la justicia estadounidense, intentó colocar a su hijo Mark como jefe del proyecto con la esperanza de que, tras el acuerdo con la DOJ, la compra de FTP y el cambio de dirección, PokerStars pudiera retornar a Estados Unidos una vez se reabriese el mercado con las correspondientes bendiciones legislativas.
Sin embargo, no fue suficiente.
Vender PokerStars ha debido ser la decisión más complicada que haya tenido que tomar Isai Scheinberg nunca. Una decisión valiente y necesaria. Desprenderse del fruto del trabajo de casi toda una vida por el bien de la compañía, cuyo futuro pasa necesariamente por un retorno triunfal al mercado estadounidense, que está destinado de nuevo a dictar el paso del mercado mundial en los próximos años.
Es de recibo agradecer a los Scheinberg que convirtieran su negocio y su idea familiar en la compañía multimillonaria que es hoy, ya no solo porque hayan hecho el poker mucho más grande por el camino, sino porque lo han cimentado en tres principios muy valiosos: producto, comunicación y atención al cliente e inconformismo.
Vender no ha debido ser plato fácil para los Scheinberg, pero el premio es extremadamente jugoso
Que nadie se equivoque, Isai se marcha con un gigantesco maletín de billetes a sus espaldas, pero, que haya resistido tanto después del bombardeo incesante que le ha caído, es señal de que vender no era lo que deseaba.
El rey abdica en favor de David Baazov, un joven emprendedor de 31 años del que dicen que es una auténtica estrella de los negocios y un visionario. Quizá Isai ha visto en él al hombre que empezó la aventura hace ya más de quince años. Pronto lo sabremos, pues se avecina un momento clave en la industria del poker. Por el momento, escuchémosle en una entrevista que le hizo Calvyn Aire y quedémonos con un concepto que vamos a oír cada vez más en el futuro próximo: "social gaming".
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