A Adelson se le complica su utopía contra el juego online

Que a Sheldon Adelson, por un motivo que casi nadie es capaz de comprender, no le gusta el juego online, todos lo sabemos. Pese a haberse convertido en una de las mayores fortunas del mundo gracias a los múltiples casinos que tiene ubicados por todo el mundo, el dueño del Venetian considera algo malvado y casi satánico poder jugar desde el salón de nuestras casas.

Durante los últimos meses, sus comentarios en distintos medios especializados sobre las intenciones que tiene Adelson para con el juego online en su país, han sido casi una tónica general, derivando estos en la promesa por parte del empresario americano, de que hará todo lo posible para que el juego online quede completamente erradicado del país de las barras y estrellas.

Coincide esto con un periodo de transición en el que algunos estados están empezando a abrir sus puertas al juego online después de que la UIGEA y más tarde el Black Friday cerraran de un portazo el mercado americano.

Adelson a estas alturas ya mueve ficha. Lo de que haría todo lo que estuviera en sus manos para llevar su postura a la realidad no era un “bluff”. Ya se ha empezado a rodear de influyentes personalidades como puedan ser George Pataki, ex-gobernador de New York, así como el senador por Arkansas Blanche Lincoln.

“No hay ninguna razón para poner un casino en la mesa de la cocina de todo el mundo, en la cama de los jóvenes aunque éstos no sean mayores de edad, o en los teléfonos móviles de toda la gente. No me gustaría que todos se vuelvan adictos”, afirma Adelson.

Teniendo en cuenta el enorme poder que el dinero ilimitado puede aportar a Sheldon Adelson, cabría poder llegar a pensar que en realidad el juego online pudiera correr peligro si a Adelson se le antoja de verdad, pero durante esta semana, la revista Forbes publicaba un contenido relativamente tranquilizador, en el que nos cuentan a quién se tendrá que medir el magnate americano si quiere que esto acabe siendo una realidad.

Las principales empresas del sector del juego en Estados Unidos tienen caras nuevas. Éstas pertenecen ahora a influyentes y poderosos hombres de negocios, que si bien no están a la altura de Adelson en la lista de mayores fortunas mundiales, no son precisamente “muertos de hambre”.

El pasado mes de noviembre, por ejemplo, tres de los más exitosos gestores de carteras de inversión, se hacían con las acciones de Ceasars Acquisition Co, la empresa de casinos de Ceasars Entertainment, una compra que suponía el desembolso de unos 60 mil millones de dólares. 

George Soros, Joh Paulson y Leon Cooperman son ahora tres de los mayores interesados en que Adelson no se salga con la suya, y como el dueño del Venetian, son gente con mucha influencia en la vida política y social del país americano.

Lo cierto es que, en una actualidad en la que todo tiende a pasar por Internet, resulta casi de locos plantear un retroceso como el que pretende Adelson, a quien nadie en su sano juicio, ha creído capaz en ningún momento de frenar la inercia que ya ha cogido el juego en línea. Pese a ello, por si el dinero todo lo pudiera, nos alegra saber que también hay gente “de pasta” en la otra esquina del ring.